Una bicicleta para chicos con parálisis cerebral.

Más de cinco mil unidades de este innovador aparato que nació en el marco de la tesis de carrera de un joven ingeniero de Tucumán ya están distribuidas en distintas partes del mundo. Se trata de una bicicleta innovadora que debe su nombre a Ernestito, el niño inspirador de este proyecto. Cuenta con dos cajas pedaleras, una para el padre o tutor en la parte de atrás, y otra para la persona que padece de alguna afección física quien se ubica en una silla postural en la parte delantera. Los pedales de adelante se mueven solos a un ritmo más lento, cuando la persona que va en la parte de atrás inicia el pedaleo.

Así lo explicó el ingeniero Diego Blas en el aire de Tiempo FM. “Con este aparato logramos disfrazar un momento de rehabilitación en un momento recreativo, de inclusión, más allá de la alegría que da un paseo en bicicleta”, dijo.

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Contó que “estaba por recibirme de ingeniero y conocí una familia que tiene un niño con parálisis cerebral llamado Ernesto. El aparato se llama Ernibike porque fue mi inspirador. Conocí su historia de vida y todas las actividades que implica tener un niño con esta patología en la familia. Dediqué a él mi tesis, porque quería hacer algo lindo y que este trabajo no termine en un cajón sin servirle a nadie”, dijo.

Para realizarla, entrevistó a muchos médicos que le indicaron cuáles eran los beneficios físicos y emocionales que podía generar. “La primera vez que Ernesto se subió fue un momento sorprendente. Los invité a la universidad junto a su familia el día que me recibí y con el prototipo de la bicicleta dimos un paseo cuando terminó mi lección. Fue muy emocionante ver a un chico con parálisis cerebral pedaleando. La gente que estaba presente hizo videos que se viralizaron y sin darnos cuenta llegó a muchos países. Tenía cientos de solicitudes de amistad pidiendo la bici desde distintos puntos del planeta. Pero solo existía un prototipo. No me imaginé esa repercusión”, recordó.

Este acontecimiento fue en marzo del año 2015, como un sueño que hoy es una realidad. “Empecé con unas pocas bicis, pero el proyecto fue creciendo. Fuimos armando el equipo de trabajo y ahora estamos produciendo”, dijo. Aclaró que “es un proyecto netamente solidario, por lo que el precio que tiene solo cubre los gastos de mano de obra y materiales, pero no aloja una ganancia. Nos anotamos para poder exportar y ahora enviamos Ernibike a distintos países, alcanzando  a la fecha 5000 unidades”, aclaró orgulloso.

Para finalizar, expuso que “hoy por hoy, el precio de este aparato es de 1000 dólares”. Para comparar, indicó que una silla de ruedas postural sin el aparato de rehabilitación ni la bicicleta cuesta desde 3000 dólares”.

Quienes deseen comunicarse con este grupo puede hacerlo a través de sus redes sociales, buscando “Ermibike”.