Río Gallegos

Una joven denuncia que le colocaron formol en lugar de lidocaína en el Hospital

La ampolla habría estado mal etiquetada por lo que los profesionales intervinientes no pudieron detectar el error. Las autoridades del Hospital Regional iniciaron un sumario interno para investigar lo sucedido. Así se lo hicieron saber a la familia luego de los duros momentos que atravesaron en las últimas horas.   

  • 12/10/2023 • 18:07

El hecho ocurrió el miércoles 11 de octubre, cuando una joven, Cinthia Martínez Ojeda,  de 34 años fue sometida a una intervención simple para retirarle un chip de control de natalidad en el área de Ginecología del Hospital Regional de Río Gallegos. 

Se trataba de un procedimiento ambulatorio que se complicó minutos después cuando comenzó a sentir un fuerte ardor, intolerable. Al pedir ayuda y necesitar colocar el brazo bajo el agua, los facultativos interpretaron que la sustancia que le colocaron no era el anestésico que suele usarse para este tipo de acciones, sino formol. 

El dato lo informó la familia de la paciente, quien aún está hospitalizada en observación a la espera de lo que determine una Junta Médica. Según ella misma escuchó en el consultorio, al darse cuenta de la reacción, el equipo de salud que la atendía entró en situación de emergencia, requiriendo incluso la consulta telefónica de un anestesiólogo que en ese momento cumplía funciones en Medisur, para saber cuáles eran las acciones a seguir y detener el avance de tan peligrosa sustancia.

 Como consecuencia, la paciente tiene una grave lesión en el brazo, en el sector donde fue inyectada con ese producto, y se le colocan antibióticos. Aparentemente, requerirá de una cirugía para retirar los tejidos dañados. Poco más se sabe, porque recién esta tarde realizaban estudios de rigor, ya que según dijeron oportunamente “no los consideraron necesarios”. 

 

Ante esta irregular situación, durante las primeras horas de esta mañana, la familia denunció que se le negó en tres ocasiones la realización de análisis clínicos, ya que ningún facultativo del área de maternidad donde permanece, quiso firmar el pedido o no lo entendió necesario. Este hecho es inusual sabiendo que en cada internación es de rutina. 

El pedido médico llegó luego de que entrara en shock y decidiera retirarse los sueros hasta tanto atendieran su demanda. La familia intentó comunicarse con el director, pero no se encontraba en el nosocomio.  Pasado el mediodía, el equipo de salud fue convocado por las autoridades para informar lo sucedido, tras lo que lograron una Junta médica que intentara dar explicaciones a la familia.  

Según comentaron allegados a la joven, en la historia clínica solo consta una reacción alérgica al chip que tenía colocado hace dos años y sin novedad. Y tampoco se permitió a la enfermera de turno que dejara constancia del shock emocional de la paciente.

Según fuentes del Hospital, este tipo de acontecimientos nunca habían ocurrido antes, porque aparentemente el frasco habría estado mal etiquetado, cosa difícil de comprobar por la horas transcurridas y la desaparición del mismo.  

La duda de los afectados, que afortunadamente pueden contar la historia, es qué hacía el formol en el lugar donde debe estar la anestesia, si hubo o no una negligencia, si estaba mal etiquetado el inyectable o en qué momento se cometió el error.  

Hasta la tarde el jueves los directivos no reconocieron que fuera esta la sustancia colocada, pero sí lo hicieron de manera informal algunos trabajadores en el momento de la emergencia. 

Casi 24 horas después, iniciaron los estudios, entre ellos análisis y un ecodoppler para conocer el estado de las arterias, “cosa que no hicieron previamente para determinar  los motivos de tan grave reacción”, sostuvo la familia. 


Por ahora, Martínez sigue internada a la hora de que se tomen definiciones sobre su salud y se informe realmente que es lo que sucedió. Mientras tanto, se han iniciado las actuaciones sumariales para determinar que puso en riesgo la salud de la joven. 

Cabe señalar que el formol, es un compuesto químico muy volátil que presenta unos niveles de toxicidad e inflamabilidad muy altos.  Se caracteriza por su olor penetrante y altamente irritante. Actúa mediante reacción con las proteínas, volviéndolas insolubles. Por ello, también es utilizado para la conservación de elementos biológicos en sanidad.