Una nueva forma de ver las discapacidades

Cada 21 de marzo, en todo el mundo, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down. Dicha fecha fue instalada por la ONU con el objetivo de generar una mayor conciencia pública al igual que recordar la dignidad inherente y las vallas, así como también las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad.

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En este marco, la tesorera e integrante de APPADI Río Gallegos, Nelly Heller, dialogó con TiempoSur y explicó cuál es el trabajo que realizan desde APPADI para ayudar a las personas que poseen una discapacidad: “APPADI es un taller protegido para personas con discapacidad. Todo tipo de discapacidad se acepta acá mientras sea laborable, ya que se hacen las bolsas y gasas para todos los hospitales de la provincia -tenemos un convenio con el Ministerio de Salud- así como también hay venta al público de las bolsas”.

“Últimamente se agregó todo lo que es panadería, tenemos la producción en el Barrio Belgrano y la venta en calle San Martín y José Ingenieros. También tenemos la fotocopiadora que funciona desde hace aproximadamente treinta años. La producción es grande y los chicos trabajan en todo lo que se les enseña. Ellos aprenden pero es todo parte de un trabajo, es un taller protegido laboral”, agregó.

Al ser consultada por este medio sobre cómo se desarrolla la integración de las personas con discapacidad en la localidad y si se continúan realizando tareas de visibilización, Heller señaló que “cuesta un poco. Hay gente que lo entiende muy bien e incorpora a los chicos y hay otros que sienten una especie de “rechazo”. Los chicos están muy integrados en el modo que van a una escuela del Club de los Leones en la parte de alfabetización, hay un ballet de folclore de APPADI a través del cual han sido invitados al interior de la provincia y en las escuelas de Río Gallegos y otros van al Club de Tenis. Siempre están ocupados”, añadió.

APPADI se encuentra instalado en la ciudad de Río Gallegos desde el año 1983, ya son casi 40 años, subrayó Heller.

Una de las problemáticas que deben atravesar las personas que poseen una discapacidad es el lidiar -de forma diaria- con las estigmatizaciones que posee la sociedad sobre ellos, las cuales generan que los mismos se vean limitados a la hora de desarrollar sus capacidades debido a que la misma sociedad le impone limitaciones: “Siempre a uno le parece que son menores de la edad que realmente tienen, pero eso es cuestión de la familia, cómo los inserta y cómo la sociedad los acepte”, añadió.

“No todos tienen la misma discapacidad, pero son personas normales que tienen sus amigos, su familia, compañeros de trabajo y ellos para entrar a trabajar en el  taller tienen que salir de la escuela y cumplir con el periodo escolar. Los chicos del taller se desenvuelven muy bien” expresó la integrante de APPADI.

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Para finalizar, Nelly explicó que el Síndrome de Down posee distintos niveles, comenzando por “el moderado y el grave. Ahora existen muchas cosas nuevas, en mi caso particular -ya que Nelly tiene un hijo con Síndrome de Down- no sabía muchas cosas. Con los años se han actualizado y uno puede, desde edad temprana, atenderlos y hacerles hacer otras actividades. Hay muchos adelantos con el tiempo, pero siempre falta”; concluyó.