Vecinos del Ayres Argentinos celebran el acceso al agua potable

Si bien sabemos que a lo largo y ancho del mundo existen comunidades con incapacidad de acceder al agua potable, un elemento vital en el desarrollo del hombre, cuesta lograr entender que a pocos kilómetros del casco de nuestra ciudad aún existen barrios que durante décadas han esperado y siguen esperando, la extensión de agua potable por la zona. Sobre todas las cosas, vale la pena mencionar que el acceso al agua es fundamental para la protección de la salud y la supervivencia. En el año 2010, se reconoció expresamente el derecho humano al agua y al saneamiento. El acceso al agua potable limpia y al saneamiento son esenciales para que se puedan cumplir el resto de los derechos humanos, algo de lo que muchas familias están lejos en la actualidad.

En este contexto, hay familias que desde el pasado fin de semana han logrado ganar una lucha de muchos años donde “queda demostrada la fuerza de los vecinos por un objetivo único, mejorar su calidad de vida”, remarcaron para celebrar la inauguración de 700 metros de cañerías de agua potable que conectará a un total de 40 viviendas distribuidas en 7 manzanas del Ayres Argentinos.

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En diálogo con TiempoSur, Daniel Baker, presidente de la Junta Vecinal, comentó que este trabajo comenzó hace aproximadamente unos 5 meses con una primera etapa que comprendió la instalación de solo 150 metros, mientras que esta segunda etapa del proyecto logró más de 800 metros de cañerías quedando por delante una tercera sección que también rondaría este último número en metros. Según explicó nuestro entrevistado “es una obra hecha con aportes del vecino, todos los caños de 75 milímetros que se utilizaron que son más de 80 fueron comprados por las familias”, y detalló: “Todo el proyecto de obra lo hicimos con la Gerencia de Abordaje Territorial de SPSE, ellos llevaban el proyecto de obra, llevaron adelante todo lo que tiene que ver con los trámites, consiguieron las máquinas, la mano de obra, mientras que nosotros como vecinos gestionamos los caños de 110 milímetros (caño troncal de agua) que aportó SPSE. Si bien renegamos un poco porque el directorio mucho no nos ayudó, lo bueno que pudo hacerse. El abandono con el tema de agua es larguísimo, viene de muchos años, más de 6 en algunos lugares”.

En otro tramo de la nota, el vecino recordó que en estos últimos años no es el agua potable lo único que se consiguió para el barrio, y amplió: “Con la gerencia nosotros hicimos tendido de baja tensión, levantamos casi todos los cables que estaban en el piso y quedaron muy pocas familias. Hicimos alumbrado público y la verdad que hemos trabajado muchísimo y estamos muy agradecidos”. En este sentido sostuvo: “Desde que empezamos hace poco más de un año y medio con estos proyectos de energía y de agua nuestra vida cambió totalmente. Acá los chicos antes jugaban en la calle, teníamos que esquivar los cables de tensión, muchos pasaban por debajo de las lagunas, en el barrio no había postes y ahora tenemos hasta un nuevo transformador, el alumbrado nos llevó mayor seguridad por las noches, es toda una cadena y todo mejora la calidad de vida del vecino”.

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Por último, y de cara al futuro, Baker contó que “quedan otros dos proyectos de agua muy grandes, también de más de 800 metros. En uno ya tenemos la factibilidad del servicio y estamos con los vecinos organizándonos, pero lo que nosotros tenemos que ir viendo a futuro, a un futuro muy cercano, es en trabajar con SPSE una sala de bombeo que se tiene que hacer, porque por más que nosotros hagamos red de agua somos el último barrio del pueblo, muy alejado y dependemos de la copa de agua del San Benito, por lo que la presión es mínima. Obvio que a nosotros nos cambian la vida estos avances, pero esto va a ser un problema a futuro con el abastecimiento. Éstas son cosas que ya estamos trabajando y la gente de abordaje nos va a dar una mano”.