Yanina Sapino: “Fue un desastre, no sé para qué hicieron una ordenanza”

A pesar de las ordenanzas municipales vigentes, los festejos de Año nuevo y Navidad estuvieron repletos de numerosas detonaciones de alto impacto. Como es sabido, las mismas no sólo se encuentran prohibidas por una ordenanza municipal decretada en el año 2016, sino que también causan un gran daño auditivo y sensorial en las personas que poseen autismo al igual que en los animales.

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Como consecuencia del uso ilegal de este tipo de pirotecnia, fueron muchos los perros que se vieron notablemente asustados y desorientados, causando que los mismos corran sin rumbo por las calles de la localidad. En los días posteriores a las festividades, se pudieron ver –a través de las redes sociales- una gran cantidad de publicaciones destinadas a la búsqueda de dichos animales que escaparon ante el miedo.

“Fue un desastre, yo no sé para qué hicieron una ordenanza donde se prohíbe la pirotecnia –sobre todo de alto impacto o de mucho ruido- para después dejar la ordenanza así y no salir a controlar, salir a ver qué pasaba o sostenerla. Es una pérdida de tiempo”, explicó a TiempoSur la fundadora de la Fundación protectora de animales “Narices Frías” de Río Gallegos, Yanina Sapino.

Al referirse a la gran cantidad de mascotas que resultaron perdidas como consecuencia de los fuertes estruendos causados por la pirotecnia, Sapino señaló que hubo “un montón de perros perdidos por todos lados. Me imagino los chicos autistas, la deben haber pasado muy mal también”.

“Se pudieron ver muchas publicaciones buscando o diciendo, por ejemplo, que algún perro “apareció asustado”, hubo un montón de publicaciones así”, agregó.

Desde el año 2016 se encuentra vigente una normativa que prohíbe, en su primer artículo, la tenencia, fabricación, comercialización, transporte, depósito, venta al público mayorista y minorista al igual que el uso particular de artificios pirotécnicos de uso festivo, tales como los petardos, fósforos, baterías, bengalas, volcanes, fuentes, morteros, candelas, morteros con bombas, bombas, foguetas, tortas, cañas voladoras,  gratorios y demás afines y similares.

Sólo se permite el consumo y venta de pirotecnia menor, categorizada en la Ley Nacional N°20.429 como de venta libre, inofensivos, sin mecha, que estallan por fricción o impacto tales como estrellitas, estallos, fosforitos y bengalitas, productos infantiles sin potencia sonora ni peligrosos.

“Las ordenanzas y leyes están para ser cumplidas, y las personas que forman parte del Estado o de estas instituciones deberían hacerlas cumplir, para eso se hicieron”, destacó Sapino.

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Para finalizar, la fundadora de “Narices Frías” expresó que aquellos que deciden incumplir dicha ordenanza lo hacen porque “no hay consecuencias. No pasa nada.  El día que se pongan a hacerla cumplir y que haya consecuencias en el caso de que no se cumplan, si van a tener más cuidado. También hace falta concientizar, porque la gente debería darse cuenta que ese tema está mal, que molesta a los animales y a la gente que tiene problemas. La gente debería ponerse un poquito responsable”, concluyó.