Defensa Global

Cómo es el plan planetario de la ONU para evitar que el meteorito impacte con la Tierra

El Protocolo de Seguridad Planetaria de Naciones Unidas está integrado por expertos de la NASA y la ESA. El riesgo real de la roca espacial 2024 YR4 y el estudio científico hecho con Bennu.

  • 06/02/2025 • 17:07

La reciente detección del asteroide 2024 YR4 reavivó el debate sobre la defensa planetaria y los riesgos que representan los objetos cercanos a la Tierra.

Identificado a finales de diciembre de 2024 por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), este cuerpo celeste de entre 40 y 100 metros de diámetro se encuentra en la lista de riesgo de impacto manejada por agencias espaciales de Estados Unidos y Europa.

Actualmente, la probabilidad de que impacte la Tierra el 22 de diciembre de 2032 es del 1,5 %, según estima la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA), que movilizaron sus sistemas de observación y seguimiento y generó la activación de un Protocolo de Seguridad anti asteroide, promovido por Naciones Unidas.

 

La ONU activó un protocolo de seguridad global ante la amenaza de un asteroide 

 

El impacto de un asteroide en la Tierra no solo representa un peligro inmediato, sino que podría desencadenar efectos climáticos duraderos. Un estudio publicado esta semana en la revista Science Advances analizó las consecuencias de un evento de este tipo, utilizando como modelo al asteroide Bennu.

Esta roca espacial, de aproximadamente 500 metros de diámetro, tiene una probabilidad de colisión con la Tierra de 1 en 2700, y ocurriría en el año 2182.

Según el análisis de científicos del Centro de Física del Clima, del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur), el choque de Bennu podría provocar un descenso global de temperaturas de hasta 4 grados centígrados, acompañado de una reducción del 15 % en las precipitaciones y alteraciones drásticas en la química atmosférica y la fotosíntesis.

Tras la caída de entre 100 y 400 millones de toneladas de material a la Tierra, las mismas quedarían suspendidas en la atmósfera, generando un oscurecimiento solar y dando lugar a un “invierno de impacto” de entre tres y cuatro años.

 

Respuestas climáticas y ecológicas a las inyecciones de polvo de 400 millones de toneladas de un impacto de asteroide tipo Bennu. (IBS)

“Se estima que existe una probabilidad del 0,037 % de que el asteroide Bennu colisione con la Tierra en el año 2182 d. C. La posible colisión de asteroides de tamaño mediano puede inyectar cantidades masivas de polvo en la atmósfera, con consecuencias desconocidas para los ecosistemas terrestres y marinos”, detallaron los científicos en el estudio presentado.

Y agregaron: “Se proyecta que tras un posible impacto, las temperaturas medias globales caerán 4 °C y las precipitaciones globales disminuirán un 15%. Las mayores reducciones relativas en la productividad primaria neta global terrestre y marina alcanzan el 36 y el 25 %, respectivamente”.

Además, los investigadores determinaron que un evento de este tipo podría reducir la capa de ozono en un 32 %, aumentando la radiación ultravioleta. También, la fotosíntesis se vería afectada de inmediato, con una reducción inicial del 20-30 %, lo que dificultaría el crecimiento de las plantas y alteraría la cadena alimentaria.

 

Órbita del asteroide 2024 YR4 y su cruce con la terrestre (NASA)

No obstante, los modelos también mostraron un efecto inesperado en el plancton marino. Mientras que la mayoría de los ecosistemas se verían gravemente afectados, algunas regiones oceánicas podrían beneficiarse del enriquecimiento de hierro en el agua, favoreciendo la proliferación de diatomeas en el Pacífico ecuatorial oriental y en el océano Antártico.

Este proceso permitiría que ciertos ecosistemas marinos se recuperaran en un período de seis meses.

Activación del protocolo mundial anti asteroide

Frente a la reciente detección del asteroide 2024 YR4, la Organización de las Naciones activó los protocolos de defensa planetaria para precisar mejor la órbita, el tamaño y la amenaza que supone este cuerpo celeste que vaga en el espacio.

Según sus responsables, los este protocolo se activa cuando la probabilidad de impacto es superior a un 1%, a fin de que comiencen a trabajar en este tema la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), presidida por la NASA y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), dirigido por la ESA.

Un asteroide cayó en Lensk, Rusia, el 4 de diciembre último (REUTERS)

“Se está simplemente informando de que, como expertos y por nuestros protocolos, tenemos que poner una atención especial a este asteroide particular”, explicó el español Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA envió un mensaje de tranquilidad por la activación del protocolo

“Sigue habiendo un 98,5 % de posibilidades de que no impacte con la Tierra, no queremos transmitir un mensaje catastrofista a la sociedad”, analizó el experto.

El seguimiento de 2024 YR4 en su paso por la Tierra

Vista del asteroide 2024 YR4

Vista del asteroide 2024 YR4 desde el observatorio ATLAS

El asteroide 2024 YR4 ha sido catalogado con una puntuación de 3 en la escala de Turín, utilizada para medir la peligrosidad de estos objetos. Este nivel indica un bajo riesgo de impacto, aunque justifica la vigilancia constante.

No obstante, la comunidad científica ha intensificado su monitoreo para precisar su trayectoria. “Lo más probable es que este pase sin causar daño”, explicó Colin Snodgrass, profesor de astronomía planetaria en la Universidad de Edimburgo.

Hasta ahora, solo el asteroide Apophis ha superado esta calificación, alcanzando temporalmente el nivel 4 antes de que nuevos cálculos descartaran cualquier posibilidad de colisión. A pesar de su tamaño reducido en comparación con el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios, un impacto de 2024 YR4 podría causar una destrucción significativa a nivel local, similar al evento ocurrido en Tunguska, Siberia, en 1908.