Muerte televisada

El inquietante caso de la periodista que se suicidó en vivo en la TV

La decisión fue transmitida en vivo en julio de 1974. La mujer quería protestar por el tono amarillista que había tomado la línea editorial de la productora donde trabaja.

  • 23/04/2021 • 18:14
Christine en la TV.
Christine en la TV.

Christine Chubbuck tenía solamente 29 años cuando decisión quitarse la vida.  La periodista lo hizo en vivo y en directo, en plena transmisión del noticiero del canal de televisión donde ella trabajaba. La decisión la tomó el 15 de julio de 1974 en un caso que quedó televisado y shockeó a todos los televidentes que sintonizaron el canal en ese entonces. Lo hizo en su programa Suncoast Digest, en la cadena WXLT-TV, a modo de protesta por el tono amarillista que había tenido en los últimos tiempos. “Para continuar con las políticas del canal 40 de traerles lo último en sangre y sesos, ahora verán otra primicia: un intento de suicidio” fueron las últimas palabras antes de quitarse la vida con un arma de fuego frente a la cámara.

 

El hecho volvió a tomar relevancia en las últimas horas, teniendo en cuenta que se empezaron a viralizar supuestos audios de la grabación del momento exacto del disparo televisado. Vale aclarar que cuando sucedió esto, en la década de los 70, eran muy pocas las personas que contaban con la capacidad en sus casas de grabar lo que transmitían en la televisión, por lo que muchos de esos archivos quedaron olvidados.


Christine había sido descrita por sus compañeros como una mujer inquieta, inconformista con la realidad pero también solitaria y tímida. Soñaba previo a su fatal decisión, en entrevistar al por aquel entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon. Trabajó en distintas cadenas televisivas de Cleveland, Pittsburgh y Canton, Ohio. Luego saltó a Florida: a las emisoras WTOG y a WXLT, de Sarasota.  

Hoy la historia de Christine sigue siendo uno de los sucesos más trágicos televisados y que quedaron en la retina de aquellos que pudieron verlo en vivo y en directo, sin entender si se trataba de una broma o no.