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Paciente queda con muerte cerebral tras operación para remover sonda de tráquea

Su familia ha pedido un encefalograma al hospital para ver la posibilidad de trasladarla a otro centro clínico, pero desde el hospital le dijeron que el protocolo para ese documento puede tardar hasta 15 días.

  • 26/05/2023 • 07:00

Los problemas de salud para Constanza se remontan hace tres años cuando trabajaba para Epsa realizando funciones de aseo en LIDER, donde se contagió con Covid-19. Tuvo que ser internada en una residencia sanitaria y a pocos días de salir detectaron que sus pulmones estaban con complicaciones.

Para tratar esta situación fue trasladada desde la residencia ubicada en Colón al Hospital Clínico de Magallanes, donde fue atendida en la Unidad de Emergencia Hospitalaria. Ocho días pasó en coma e intubada. “Yo pienso que ahí, al intubarla, habrán pasado a llevar las cuerdas vocales… bueno mi hija salió de eso. Salió, pero con secuelas: sus cuerdas vocales no empezaron a funcionar”, relata su padre, Estanislao Oyarzo.

Posteriormente se le realizó una traqueotomía, además de contar con tratamiento con equipo multidisciplinario que involucró fonoaudiólogos y kinesiólogos. El médico tratante le recetó medicinas y la derivó a su casa. A las dos horas, Constanza se estaba ahogando, por lo que debieron volver a toda velocidad al hospital. Internada en UCI nuevamente.

Luego de ser estabilizada, le dieron el alta nuevamente. “Ahí le dio el alta una doctora, tengo un reclamo en la OIRS contra esa doctora porque le dio el alta diciendo que ‘tiene que acostumbrarse y que está bien’. A las tres de la mañana, yo vivo en el Archipiélago, nuevamente al hospital. Casi le vino un paro respiratorio”.

Constanza estudiaba Técnico en Enfermería, por lo que para realizar alguna intervención debía coordinarlo con sus estudios. En un comienzo la operación ambulatoria había quedado planificada para enero para coincidir con las vacaciones de ella y que su padre la pudiera acompañar. Se presentaron en el hospital, pero la respuesta fue que no había camas, que había solo un pabellón trabajando y es exclusivo para emergencias.

Finalmente la operación se concretó hace un mes y tuvo una duración de tres horas. “Ella, supuestamente, tenía que salir el mismo día, era una operación ambulatoria, pero duró tres horas. Estuvo complicada, hinchada su cara, pero se recuperó. Ahora viene el siguiente paso, sacarle la traqueo”.

Cuando pudo volver a ver a su hija estaba postrada en cama y con varias drogas en el cuerpo para mantenerla con vida. “Lo que yo juzgo, lo que yo critico y quiero saber es cuánto tiempo no recibió oxígeno. Al otro día, fui y justo iba saliendo el médico González. Le pregunté qué pasó con mi hija y me confirmó ‘le vino un paro respiratorio y yo estaba almorzando en mi casa, yo vivo cerquita del hospital, más de cinco minutos no pasaron’. Si él hubiera estado en pabellones como me dijo, el tiempo de que mi hija no recibió oxígeno… y aparte, ¿cómo no hay otro médico que le haya podido atender? Ahora, mi hija está planchada, tiene su cerebro colapsado, no manda señal”.