Patrimonio Nacional

El Alero de Charcamata alberga testimonios de pueblos ancestrales

Existe en la Patagonia, concretamente hacia el oeste de la provincia de Santa Cruz, un imaginario visual de extraordinaria riqueza patrimonial e identitaria (aunque la palabra no exista en el Diccionario de la Real Academia Española). Son pinturas rupestres –manos, hombres, animales, instrumentos de caza– que los antiguos pobladores dejaron como prueba de su existencia y su legado para el futuro. Se ubican en una formación rocosa, en la cuenca del Río Pinturas, exactamente en el Alero (saliente, galería) de Charcamata I y II.

  • 12/11/2017 • 09:12
El alero fue declarado patrimonio nacional.
El alero fue declarado patrimonio nacional.

Carlos Aschero, el arqueólogo y científico más reconocido hoy por sus estudios en el Río Pinturas, Santa Cruz, sostiene que este testimonio elocuente no es herencia de los tehuelches, sino de otros pueblos ancestrales, cuya antigüedad se sitúa entre los 5400 y los 9000 años.

Expediciones

Aschero trabajó mucho con el legendario y ya fallecido Carlos J. Gradin, el primero en dar la noticia al mundo científico, en 1964, de la existencia de la Cueva de las Manos, ubicada en ese cañadón lacustre, entre Perito Moreno (no el famoso Glaciar ubicado en cercanías de El Calafate, más al sur) y Bajo Caracoles. Fue declarada patrimonio cultural de la Humanidad por Unesco en 1999. Entonces Gradin escribió en Recuerdos del Río Pinturas: “Cruzamos el río y levantamos el campamento en una rinconada de las bardas. Enseguida fuimos a mirar las pinturas. Salvo una que otra exclamación, nuestra admiración fue de silencioso respeto”.
Ahora mismo en el Alero de Charcamata –patrimonio histórico nacional conforme la declaratoria de la Comisión Nacional de Patrimonio, a cargo de Teresa Anchorena– Aschero se sigue maravillando por el legado cultural de los pueblos nativos que superpusieron sus respectivas cosmovisiones, siempre alrededor de lo que constituía su actividad principal: la caza y el guanaco.

Poco se sabe

Carlos Aschero, agregó: “Las pinturas en el gran abrigo rocoso, debajo del cual pasa el arroyo Charcamata, fueron realizadas hace más de 5000 años, aproximadamente, y son posteriores a las más antiguas de la Cueva de las Manos. O sea, a las escenas de caza que en la Cueva empiezan hace 9300 años. En Charcamata II, que es el gran Alero (mayor que el denominado Charcamata I) hay dos estilos: Cueva Grande y Charcamata”, cuenta el científico. Subraya que “ambos aleros tienen representaciones de guanacos, guanacas preñadas, figuras humanas muy esquemáticas, negativos de manos y signos no figurativos. Pero ya no hay aquí escenas colectivas de caza como en la Cueva de las Manos. Sólo alguna escena de caza individual. Son pinturas que tienen su mayor despliegue iconográfico en los sitios mencionados. Y de éstas hay algunas representaciones aisladas en la Cueva”.
Aschero señala que de las poblaciones autóctonas que habitaron la cuenca del Río Pinturas se sabe poco.

Fuente: Revista Ñ.