Especial Cuatro claves de China, la gran potencia mundial ‘’Lo urgente generalmente atenta contra lo necesario’’ Mao Tse-Tung, ex presidente chino. Con Estados Unidos declinante en su papel de Superpotencia imperial, la milenaria cultura china unida al férreo gobierno comunista en lo político y capitalista en lo económico, toma forma definitivamente en el globo como al gran actor principal. Intereses en la Patagonia, un ejército moderno y un férreo control de partido único sobre la vida y acción de sus ciudadanos. Ciudades contaminadas que producen en cadena para abastecer al planeta, y el peligro real de la promiscua relación con los animales exóticos de los habitantes de la China rural (casi 1000 millones de personas). Hoy en TiempoSur te contamos en diez claves a qué tenés que estar atento con respecto al gigante asiático que influye en cada uno de tus días. ¿Estados Unidos declina entre vergüenzas propias y ajenas, y llega la hora del dragón asiático? 14/02/2021 • 11:26 Detener audio Escuchar Decía Henry Kissinger, ex secretario de Estado norteamericano de la gestión de Richard Nixon (1968-1974), en su obra “China”’ (677 PÁGINAS, año 2012), que el gigante asiático era “un país que durante la mayor parte de su periodo moderno -que comenzó hace dos mil años- se consideró a sí mismo la cúspide de la civilización y que durante aproximadamente dos siglos ha determinado que su posición singular como líder moral del mundo fue usurpada por la actitud rapaz de las potencias coloniales occidentales y Japón, nunca aceptará un rol secundario en la jerarquía internacional”. Los chinos sienten que los europeos, y muy especialmente los Estados Unidos, son “arribistas”, en el plano internacional, en cuanto a lo moral y lo intelectual, han de trabajar a destajo, sin pausa, por restablecer lo que consideran un orden natural. Partiendo de aquella base, podremos entender a lo largo de la nota ciertas actitudes expansionistas, ciertas fobias de control político y comunicacional sobre su propia población y una insaciable voracidad para avanzar en cuanto desafío transnacional se presente (petróleo en África, granos y energía en Sudamérica, llenar de manufacturas baratas Europa, etc). 1-Intereses patagónicos El enorme país asiático es un actor principal en la región sur el continente americano y ha llegado para quedarse, por vías legales y estatales, y también por las artes del tráfico y el contrabandeo. Flota china depreda de manera campante las costas argentinas, sin recibir represalia alguna, o mínimos cosquilleos que no afectan la cantidad de recurso que levantan de nuestros litorales. Los productos de consumo masivo hechos a escala industrial inundan bazares y supermercados de la zona. Pero los principales intereses llegan de la mano de la energía, en especial en forma de represas, donde la inversión ha sido enorme y la cantidad de mano de obra local utilizada, ingente. La idea de represar el río Santa Cruz (de origen glaciar, belleza inconmensurable y un caudal portentoso que busca el Atlántico con fuerza ancestral) tiene cuanto menos, 50 años. Pero se aceleró en los últimos 15 y, fundamentalmente, en los recientes siete, cuando China prometió los más de 5 mil millones de dólares para crear ambas represas. Según se dicen, entre las dos generarán el 8% de toda la electricidad que se consume en la Argentina. La obra se encuentra en estado avanzado, y no detuvo su andar pese al 2020 pandémico, como la enorme mayoría de obra hidráulica china alrededor del mundo. Con el retorno del peronismo mediante el Frente de Todos y la derrota de la Alianza Cambiemos en primera vuelta de 2019, las denominadas La Barrancosa y Cóndor Cliff se relanzaron, y el nuevo proyecto, que va a ser financiado en un 85% por China, no es sólo un acuerdo de inversión. Es uno de los proyectos más relevantes para China en Argentina e incluye una cláusula de incumplimiento cruzado, lo que convertiría su construcción en una condición para el avance de otros proyectos chinos en el país. El proyecto energético está a cargo de un consorcio integrado por la empresa Gezhouba Group Corporation (de China, con la mayoría de representación), además de las argentinas Electroingeniería e Hidrocuyo. 2-Contaminación, pandemia y control político Durante 2018 en Beijing, la capital, se dio la mayor contaminación de aire registrada en la historia de la humanidad desde que ésta puede medir las emisiones dañinas en la atmósfera. “En un lapso corto de tiempo, la exposición a tan altos niveles de contaminación puede ocasionar infecciones virales y bacterianas. Si se prolonga, puede causar tumores”, afirmó el Dr. Huang Aiben del Hospital Beijing Shijitan. Los índices de calidad de aire tienen los siguientes parámetros: debajo de los 50 es bueno; arriba de los 200 es altamente peligroso. Beijing arrojó 341. Debieron suspenderse partidos de la Liga Profesional de Fútbol, plagada de estrellas en horas bajas debido al poderío económico asiático y el Gobierno confinó de manera indefinida a la población. La contaminación en China ha incrementado gracias a su rápido crecimiento industrial y la cantidad de coches que circulan diariamente. Esto empeoró con la llegada del invierno y el uso de chimeneas, aunado a la falta de viento que provocó el asentamiento de los gases. El gobierno chino ya ordenó a las fábricas reducir sus emisiones de gas, debido los hospitales están repletos de pacientes que presentan asma, bronquitis crónica y otras enfermedades respiratorias. La llegada de la pandemia de Coronavirus, en 2020, con origen en los mercados de animales exóticos de Wuhan, no hizo más que potenciar el drama respiratorio que sufre la población ante lo promiscuo del enorme complejo industrial chino, que constantemente saltea las normas de calidad en cuanto a control ambiental de daños. Lo que podemos saber sobre la situación ambiental china tiene que ver con la fuerte censura que su gobierno ejerce, especialmente al tráfico de Internet. El sistema de gobierno chino es dependiente del Partido Comunista de China, fundado con apoyo soviético en 1921, y que es una de las mayores organizaciones políticas en el mundo y en la actualidad cuenta con más de 91 millones de miembros. Fundado el 23 de julio de 1921, después de muchos años de guerra civil entre el Kuomintang y el Partido Comunista, el Partido Comunista de China logró la victoria total en China continental y la mayoría de las islas costeras. Lideró al Ejército Popular de Liberación de China para derrotar al Ejército Nacional de la República de China y obligó al gobierno de la República de China a retirarse a Taiwán, Penghu, Jinma y la República Popular China se estableció en Beijing en 1949. Desde octubre de 1949, ha sido el único partido gobernante de la República Popular China. La ilusión de una democracia china, multipartidaria, con libre acceso a la información, choca de frente con el sostén de un gobierno que mantiene fuertemente vigilada a su población, que ha levantado las barreras a la iniciativa privada, hace décadas, más no lo ha hecho con las libertades civiles. El Partido Comunista de China es la vanguardia de la clase trabajadora china, así como la vanguardia del pueblo chino y la nación china. Es el núcleo principal de la causa del socialismo con características chinas. El Partido Comunista de China toma el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping, el pensamiento importante de las "Tres Representaciones", la perspectiva científica del desarrollo y el Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era como guía de acción. El liderazgo del Partido Comunista de China es la característica más esencial del socialismo con características chinas. Visto desde ojos occidentales, así como las figuras con las que expresan semánticamente su idioma mandarín, esta dualidad mercado-control político puede ser imposible de entender. China es absolutamente compleja, milenaria, en especial, para naciones adolescentes como las del cono sur. 3-China rural y hábitos de consumo Con una superficie de 9 596 960 km²,5? China ?que tiene fronteras con catorce Estados soberanos, es el tercer país más extenso del planeta por superficie terrestre detrás de Rusia y Canadá y el cuarto si se cuentan las masas de agua, detrás de Rusia, Canadá y los Estados Unidos. Su población asciende a 1400 millones de personas, de los cuales aproximadamente el 70 por ciento reside en el ámbito rural. Lo cierto es que cada vez que el centralista modelo de gobierno chino, de partido único y planificación estratégica, da un leve viraje en sus costumbres y hábitos alimenticios, es como si un gigante saltara sobre la mesa, sobre el tablero global geoestratégico. En primera instancia, grandes sectores urbanos comenzaron a consumir pollo entrados los dos mil de manera regular, para pasar a la carne vacuna en los 2010, como accedieron a tarjetas de crédito y a tecnología de punta, que imita a la japonesa, americana y coreana con desigual resultado. Huawei es la empresa estrella, el buque polar, la estrella más brillante, del empresariado que a través de consorcios duales usa para ampliarse un estado comunista, pero capitalista. Con la llegada a la ruralidad de los hábitos de consumo, y a través del paso del tiempo, del refinamiento de ese acceso, China dejó de comprar la carne que no consumía el resto del mundo, para ir en busca de cortes de mayor calidad. Los argentinos podemos dar fe de ello. Vayamos por ejemplo a julio de 2020, cuando China volvió a registrarse en los números como el principal socio comercial de la República Argentina. Los envíos locales sumaron US$ 553 millones (- 14,3% interanual), mientras las compras de bienes chinos llegaron a US$ 751 millones (- 20,4% interanual). De este modo el déficit comercial para la Argentina fue ese mes de US$ 198 millones, luego del desbalance de US$ 26 millones en junio, detalló la Cámara de Exportadores. Las principales exportaciones argentinas a China durante julio fueron de los demás porotos de soja, incluso quebrantados, 50%; carne bovina congelada deshuesada, 20%; grasas y aceites animales o vegetales, 9%. Los cereales y los calamares también integran el grupo de los principales productos vendidos a China, con 4% del total cada uno, precisó el informe del IEI. 4-China y Latinoamérica En 2017, el comercio entre China y los países de América Latina y el Caribe alcanzó los 244.000 millones de dólares, más del doble de lo que se generó una década antes, de acuerdo con el Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston. Desde 2015, China ha sido el principal socio comercial de Sudamérica, con lo cual ha eclipsado a Estados Unidos. En la última década, específicamente en las administraciones Obama y Trump, USA ha puesto poca atención en el hemisferio; en su lugar anunció un giro hacia Asia, con la esperanza de fortalecer las relaciones económicas, militares y diplomáticas como parte de la estrategia del gobierno de Obama para coartar el poderío chino. Mientras tanto, China ha llevado a cabo discretamente un plan de gran alcance en Latinoamérica. Ha expandido el comercio de manera considerable, ha rescatado gobiernos, construido enormes proyectos de infraestructura, fortalecido los lazos militares y ha asegurado inmensas cantidades de recursos, así, ha enlazado su destino al de varios países de la región y viceversa. China ha desembolsado miles de millones de dólares en préstamos para el continente americano que están respaldados con productos básicos, lo que le ha permitido reclamar durante años una gran porción del petróleo regional, incluido casi el 90 por ciento de las reservas de Ecuador. China ha alterado las relaciones políticas entre países, también entre movimientos políticos puertas adentro de los países de la región; un mercado tan voraz y de tanta demanda influye, y en una economía tambaleante como la Latinoamericana, esa fortaleza pesa. Conclusión “La vida es lo que sucede mientras hacemos planes”, proclamaba John Winston Lennon en 1973. La vida también es lo que hacemos mientras el Imperio chino se expande por el mundo, en sus buenas y malas artes, creando y consumiendo, contaminando y produciendo, a escalas nunca vistas, con métodos propios e inalienables. China puede producir mediante su promiscuidad con animales exóticos una nueva pandemia de COVID y puede levantar un hospital especializado en una semana. Capaz de hallar la vacuna con rapidez, de impedir que sus médicos comuniquen al mundo los detalles del origen de la enfermedad, y así y todo, sin sonrojarse, proveer al mundo de los insumos de salud para la lucha ante el virus. No hay referencia para tamaña capacidad humana, para lo excelso y lo lamentable. China es el centro de la humanidad, salvo pequeños lapsos históricos vergonzantes para ella misma. Temas China contaminación latinoamérica intereses patagonicos Lás más leídas en Política 1 Asaltaron la sede de Camioneros en General Rodríguez Santa Cruz 2 Por qué el dato de inflación de este miércoles es clave para la salida del cepo Santa Cruz 3 Carlos Alegría: "Voy a votar en contra del RIGI" Santa Cruz 4 Pablo Grasso se sumó a mantener Aerolíneas Argentinas Santa Cruz 5 Fernando Campos: “Hemos tenido un balance anual positivo” Santa Cruz