Causa Punta Tombo

El único imputado por la masacre de pingüinos declaró en el juicio

Se cumplió este viernes el quinto día de debate oral y público en el marco de una causa penal que investiga presuntos hechos de daño ambiental y maltrato animal en un establecimiento rural cercano a la reserva de Punta Tombo, y por los cuales está imputado un propietario del campo .

  • 02/11/2024 • 12:49

En la apertura de la jornada judicial, el abogado particular del acusado Ricardo La Regina, planteó la recusación de la Dra. María Laura Martini, presidenta del tribunal que interviene en el juicio. Tanto la magistrada, como sus colegas del tribunal, rechazaron el planteo del abogado defensor por considerarlo extemporáneo y carente de fundamentos.

Tras resolverse esos planteos, se escucharon los primeros testimonios aportados por la defensa. La primera en declarar fue la Lic. Mariana Paola Gigena, inspectora del Ministerio de Ambiente de la provincia del Chubut, quien se refirió a su intervención en el lugar de los hechos y en el marco de un procedimiento donde participaron otros organismos del estado provincia e investigadores del CENPAT.

En ese contexto contó lo visto y relevado en la estancia “La Perla”, tanto en la zona próxima a Punta Clara, donde el acusado habría trazado dos caminos en una zona de nidificación de pingüinos, como así también en proximidades de la reserva Punta Tombo, donde se habría dirigido a realizar una inspección luego que el acusado hubiera avisado a las autoridades presentes sobre efluentes sanitarios en proximidades del Centro de Interpretación.

Gigena dijo haber observado nidos derrumbados, pero no lo asoció con los trabajos de traza del camino y aseguró que no observó animales muertos. Por otra parte, si declaró que relevó presencia de residuos peligrosos en un campamento vial y también de efluentes sanitarios en proximidades de las instalaciones que dan servicio al personal y turistas que concurren a la reserva de Punta Tombo.

Por su parte, el veterinario Fernando Bersano, quien era director de fauna al momento de ocurrir los hechos, explicó de que manera tomaron conocimiento ellos sobre lo ocurrido en Punta Clara y aseguró que fue en el marco de una reunión con diferentes áreas del gobierno y en la que estaba presente Alberto La Regina, otro de los propietarios del campo donde se asienta la colonia de Pingüino de Magallanes en Punta Tombo y tío del imputado.

Bersano indicó que fue en dos oportunidades al lugar. En la primera oportunidad aseguró que se relevó la traza del camino realizado por la máquina, se tomó nota de la presencia de un alambre tipo “boyero”, electrificado y se pidió eliminar dos hilos del alambrado construido en el lugar con el fin de dar continuidad al paso de los pingüinos a uno u otro lado del cerco divisorio. Por otra parte, confirmó que en esa oportunidad se encontraron dos ejemplares de pingüinos muertos.

Asimismo, indicó que en una segunda oportunidad, al realizarse un allanamiento, concurrió un grupo más importante de personas a realizar pesquisas y contó que se produjo una situación de tensión al llegar un equipo de televisión acompañando a uno de los investigadores que declaró en las primeras jornadas del juicio. 

Al iniciarse la declaración del testigo Jorge Enrique Plaza, se detuvo la audiencia por advertirse que la persona podría estar aportando información que lo autoincriminara en los hechos que forman parte de la acusación. Tras un extenso cuarto intermedio, se retomó la audiencia con la presencia de un defensor público para resguardar la situación del declarante, quien dijo haberse desempeñado siempre como peón en establecimientos rurales y además tener un vínculo personal con el acusado.

También indicó que se realizó en la parte “de arriba” del campo un tajamar para acumular agua para los animales y negó que en los trabajos ellos hayan afectado a la fauna. “Si llego a tocar a un pingüino mi mujer me mata”, sostuvo el testigo.

Tras la exposición de Plaza, declararon los maquinistas viales Enzo Federico Lucero y Cristian Manquel, quienes explicaron su labor como integrantes de Vialidad Provincial, las labores de mantenimiento en los caminos de acceso a Punta Tombo y los trabajos que han realizado para los propietarios de distintos campos de la zona, en particular en el campo del imputado.

El último testigo propuesto por la defensa de Ricardo La Regina para declarar fue el productor agropecuario Julio César Cittadini, propietario de un campo lindero a la estancia “La Perla”, quien explicó al tribunal y las partes de qué manera se realiza la división de campos linderos, como así también de fracciones o “cuadros” internos dentro de un establecimiento rural, el uso del alambre electrificado o “boyero”, al tiempo que consideró inexacta la declaración en algunos medios respecto a que hubieran existido “pingüinos electrocutados” por el uso de ese tipo de alambrado.

Ricardo La Regina, único imputado en la causa, sostuvo que la situación que ha vivido en los últimos tres años “ha provocado mucho sufrimiento en mi y en mi familia, hemos sido profundamente afectados por todo este proceso”. Contó la historia de su familia desde los inicios de la explotación de Punta Tombo como colonia de pingüinos, iniciada por sus abuelos, las diferencias entre su tío y su padre, como así también los conflictos familiares por el reparto de la propiedad de la Estancia “La Perla”.

También explicó cómo la falta de alternativas con otras actividades productivas, lo llevó a iniciar la ganadería bovina en su campo, la necesidad de mejorar su infraestructura y alambrado, con presencia de alambres boyeros y también explicó los problemas continuos de cortes de ese alambrado por parte de terceros.

Dijo que se crió entre pingüinos y lo que más quiere es que los recursos que tiene su establecimiento permitan el desarrollo de otro tipo de actividades, pero que por el momento su sustento reside en la ganadería.

Tras finalizar la declaración, el jurado citó a las partes para el lunes a las 8:30 a fin de incorporar la prueba documental y posteriormente realizar los alegatos.

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