Héroes de guerra

Falleció en Ushuaia el primer argentino en desembarcar en las Islas Malvinas en 1982

Se trata del capitán de Fragata del (Cuerpo Técnico) Carlos Eduardo Cequeira quien residía en Ushuaia. El comando anfibio, que en ese entonces era Cabo Principal, fue el primero en poner pie en Malvinas en la noche del 1 de abril de 1982 junto a su camarada, el Teniente de Corbeta Bernardo Schweizer.

  • 20/10/2024 • 19:11

Falleció en Ushuaia el VGM Carlos Cequeira, quien desembarcó en un Kayak y fue el primero en pisar tierra malvinense, acompañado por su camarada Bernardo Schweizer.

Bernardo Schweizer y Carlos Cequeira integraban la Agrupación de Comandos Anfibios. Llegaron el 1° de abril de 1982 alrededor de las 22 horas. Este operativo, que llevó adelante el grupo de Comandos Anfibios, buscaba recuperar las Islas Malvinas por medio de la conquista del cuartel general de los Royal Marines y de la casa del Gobernador.

El objetivo se cumplió a la perfección. Las fuerzas británicas fueron deportadas nuevamente a su país y no sufrieron ninguna baja, tal como se les había pedido a las tropas argentinas para poder negociar con Gran Bretaña.

Entre los 94 hombres que afrontaron la primera misión en aquellas tierras se encontraban Bernardo Schweizer y Carlos Cequeira, los primeros argentinos en pisar las islas alrededor de las 22:00 del 1° de abril.

El kayak en Río Grande

El viernes 1 de abril de 2005 a las 11 horas fue presentado en sociedad el histórico kayak con el cual dos comandos argentinos, en la noche del 1 de abril de 1982, guiaron el desembarco de las tropas que tomaron las instalaciones de los Royal Marines en Malvinas. El mismo se exhibió temporalmente en el Museo Municipal ‘Virginia Choquintel’ de Río Grande, a instancias del entonces responsable del Museo, Carlos Baldassarre.

Visiblemente emocionado por ver el kayak de nuevo, la última vez fue en 1994, el capitán de corbeta Carlos Eduardo Cequeira recordó su desembarco en este mismo kayak que se exhibía en el Museo. “Tuve la suerte de ser el primer hombre en desembarcar en Malvinas, en ese entonces íbamos dos personas, mi compañero Bernardo Schweizer llevaba un visor nocturno y yo una brújula para direccionar la nave”, recordó al periodista fueguino Ramón Taborda Strusiat.

“Sinceramente es emocionante este momento por que la última vez que observé el kayak fue en el año 1994 y verlo nuevamente es muy reconfortante y pensar que esto me llevó a Malvinas”, agregó el marino tocando la pequeña embarcación.

El kayak tiene una costura en su parte frontal y el Capital Cequeira explicó en referencia que “esta herida o rotura, hoy arreglada, la hice yo al sacarme el traje de goma y en ese momento para hacer esa maniobra más rápida corte el traje con un cuchillo y después quise clavar el puñal en la arena, pero se lo clavé al kayak”, memoró.

También el comando anfibio relató que “en parte de la historia figura que nos equivocamos de playa cuando desembarcamos, pero nunca fue así, lo que pasó es que mi compañero observó con el visor nocturno una emisión de un infrarrojo enemigo en la costa en dirección al lugar donde desembarcaríamos y decidimos sobre la marcha cambiar y marcar otra playa cercana, gracias a eso no tuvimos una confrontación con el enemigo” y añadió “ de hecho al día siguiente fuimos hacer rendir a los ingleses que nos estaban esperando y ellos tenían dos ametralladoras, visores nocturnos, si hubiéramos bajado en la playa marcada seguramente no podríamos haber recuperado las Islas Malvinas esa madrugada”, finalizó.

 

Bernardo Schweizer y Carlos Cequeira en una histórica entrevista

El 1° de abril de 2022, el canal de noticias nacional TN logró reunir (a la distancia) a estos dos amigos que nunca habían dado una entrevista juntos, y recordaron un momento histórico que tuvo como consecuencia el inicio de la Guerra de las Islas Malvinas, a partir del día siguiente.

“Estábamos en la Agrupación de Comandos Anfibios. La operación se trataba de una incursión anfibia: un ataque en la costa con una evacuación inmediata una vez cumplido el objetivo”, rememoran.

Ninguno de ellos sabía de qué trataba la misión. La preparación comenzó el 23 de marzo, y el 25 embarcaron a bordo de la fragata Santísima Trinidad: “Ya navegando, el almirante Busser nos informó que íbamos a recuperar las islas Malvinas. La emoción fue tremenda. Era una tarea histórica, y nos tocaba a nosotros. Nos dimos cuenta de que se trataba de algo importante”, contó Schweizer.

Schweizer y Cequeira llegaron a Malvinas en un kayak. La navegación duró tres días y se complicó por una terrible tormenta. Un kayak y un helicóptero que iban en el barco resultaron dañados y se tuvieron que cambiar los planes iniciales. Afortunadamente, había otro kayak, que fue clave para el desembarco. En él viajaron Schweizer y Cequeira antes de poner pie en tierra para verificar que no haya enemigos y avisar a los demás. Hoy, esa pequeña canoa descansa en el museo de Infantería Marina.

“Cuando estábamos a un kilómetro de la tierra, subimos al kayak para explorar la zona. Yo llevaba el visor nocturno, pero no sirvió de nada porque la luna me encandilaba, así que tuvimos que acercarnos más de lo esperado. Siempre desembarcábamos de noche para no ser vistos”, recordó Bernardo Schweizer, que era uno de los 11 hombres del grupo “Cachiyuyo”, el primero en llegar a las Islas.

Alrededor de las 22:00 del 1 de abril, llegaron a una playa al sur de Puerto Argentino. Allí vieron que no había ingleses esperándolos y llamaron al resto. Luego, avanzaron escabulléndose para no ser detectados.

Formaron dos equipos. Unos fueron al cuartel general de los Royal Marines y otros a la casa del Gobernador, que estaba a cuatro kilómetros de distancia. Después de caminar cinco horas con mochilas y armamento pesado, a las 4:30 se lanzó el ataque simultáneo.

“En el cuartel, que era inmenso, no había absolutamente nadie, así que lo ocupamos rápidamente, pero escuchamos un tiroteo fuertísimo en la casa del Gobernador, con granadas, lanzacohetes, de todo”, confirmaron.

El grupo de Schweizer y Cequeira hacia donde oyeron los disparos. Cuando llegaron a la casa del Gobernador, el Capitán Pedro Edgardo Giachino estaba herido. Fue el primer muerto de la guerra. Igualmente, pudieron tomar prisioneros a todos los ingleses. Como si fuera poco, la patrulla argentina cumplió con un pedido muy complicado: no herir a nadie para poder negociar con Inglaterra. “Es como que te inviten a un cumpleaños y no te dejen probar la torta. Debe haber sido la primera misión del mundo que piden eso”, bromeó Bernardo Schweizer al respecto.

Los soldados ingleses se rindieron al ver la gran superioridad numérica Argentina y fueron enviados de vuelta a su país. “Nosotros estábamos eufóricos por lograr la misión, pero también muy tristes por la pérdida de Giachino. Cuando logramos la victoria izamos la bandera argentina enfrente de la casa del gobernador. Fue un momento único. Fue la primera vez en casi 150 años con la bandera flameando en las Islas”, contaron, emocionados. Después de lograr el primer triunfo argentino en las Islas Malvinas, estos héroes nacionales retornaron a Buenos Aires y no volvieron a ir a las Islas durante toda la guerra.