Apuñaló a su ex en el trabajo y lo llamaron a declarar seis meses más tarde

“Debo recomendar que otorgue prioridad y mayor celeridad a las causas como la presente, en la que se investigan hechos de gravedad cometidos en un contexto de violencia de género, en consonancia con la obligación asumida por el Estado de investigar y brindar una respuesta oportuna y efectiva a víctimas de este tipo de hechos” le dice el juez de Recursos, Miguel Angel Meyer a Oldemar Villa, titular del Juzgado de Instrucción Nº1 de Puerto Deseado.
Fue por una causa de violencia de género, en la que Sergio A intentó asesinar a su ex pareja, luego de que ella decidiera ponerle fin a la relación que duró 22 años en los que hubo sometimiento contra la mujer.
Una mañana, resuelto a terminar con todo, Sergio se fue hasta el trabajo de su ex y allí mismo, en frente de sus compañeros de trabajo, la apuñaló varias veces. Mirta pudo zafarse cuando el hombre intentó acuchillarla en el cuello, a la vista de los testigos que intervinieron para ahuyentar al agresor, que en todo momento le gritaba “si no sos mía no sos de nadie”.
Cuando la mujer pudo ser rescatada, una compañera la llevó al puesto sanitario, mientras que su ex emprendió la huida tras ellas y, quizás creyendo que la había matado, decidió chocar su auto contra un montículo de tierra para provocar un vuelco.
La mujer fue derivada al hospital de Caleta Olivia y se recuperó favorablemente de las lesiones, al igual que su ex. A este caso, el Juez deseadense caratuló como un caso de lesiones leves y graves reiteradas doblemente agravadas por el vínculo y por ser cometidas en el contexto de violencia de género.
Sin embargo, esta semana, el Juzgado de Recursos con asiento en Caleta Olivia decidió apoyar el pedido de la Fiscalía para que el caso llegue a juicio como intento de homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido en un contexto de violencia de género.
Es que, para eso, no solo tienen en cuenta lo que pasó el día que intentó matarla en el trabajo, sino que “…tenemos una relación de más de veintidós años en la que la víctima recibió todo tipo de agresiones físicas, verbales, simbólica y todo el catálogo de las violencias…” en las que se incluyen el abuso sexual hacia la hija de Mirta.
En este sentido, Meyer advirtió que “pese a la gravedad del hecho investigado, a estar identificado el autor, y contarse con el testimonio de testigos presenciales”, el tiempo transcurrido entre que Sergio quiso matar a Marta y que lo llamaron a indagatoria, fue de seis meses, lo que resulta “excesivo”.