Hombre con domicilio en Truncado fue condenado a perpetua por femicidio
Diego Oscar Herrera, el único imputado por el femicidio de Georgina Avellaneda, fue condenado a prisión perpetua. La condena había sido solicitada por el fiscal de la Cámara Penal 3 de la provincia de Catamarca, Miguel Mauvecín.
En la parte de los alegatos, el ahora condenado expuso sus últimas palabras ante el Tribunal, momento que aprovechó para pedir perdón a la familia de la víctima y se manifestó arrepentido por el hecho.
Durante la primera jornada del juicio, Diego Oscar Herrera (44) se mantuvo en silencio ante los jueces de la Cámara Penal N°3 en la apertura del juicio en su contra por el femicidio de su expareja Zulma Hermelinda Georgina Avellaneda, ocurrido hace aproximadamente un año en la localidad de La Tercena, departamento Fray Mamerto Esquiú.
Entre el público se encontraba Juana Ramona Vega, la madre de Georgina, quien es actora civil y querellante en el caso, pero solicitó no estar sentada al lado de su abogado, Pablo Vera Araoz. Como fiscal de Cámara interviene Miguel Mauvecín.
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Herrera tuvo que sentarse frente al estrado en el que estaban los jueces Marcelo Soria, Patricia Olmi y Jorge Palacios. "Soy albañil", contestó ante la pregunta del juez Soria, que le había consultado si tenía oficio o profesión. Contó que tiene 44 años y que había vivido en Pico Truncado, provincia de Santa Cruz. "En noviembre del 2018 regresé a Catamarca". Posteriormente, escuchó el relato del decreto de determinación del hecho realizado por la Fiscalía en el que se describió cómo fue el ataque que acabó con la vida de Avellaneda, el 29 de marzo del 2019, en su domicilio situado sobre la Ruta Provincial N°41, a escasos metros del Callejón Hondo.
Herrera manifestó que no declararía tras lo cual se leyó su relato realizado en sede judicial, seis días después del femicidio.
Una semana antes, Avellaneda había decidido terminar la relación por el hostigamiento que sufría de parte de Herrera y que había llevado a la mujer a denunciarlo por amenazas y acoso. El vínculo amoroso había durado aproximadamente tres meses.
El sospechoso había declarado ante el fiscal del caso Mauricio Navarro Foressi, que el día del crimen llegó a la tarde a la casa de su expareja para buscar ropa que se había dejado y le había pedido permiso para poder darse una ducha. La mujer le había dicho que lo hiciera, pero que sea antes de que regrese su hijo Miguel Ángel, ya que no quería que lo viese en su casa.
Luego contó que tuvieron una discusión cuando él pretendía que lo perdonara y retomaran el noviazgo. "Sos un loco, no vas a cambiar más tus actitudes", le habría dicho Georgina. Herrera decidió darle fin a la discusión. "Si no vas a ser mía, no vas a ser de nadie más", luego la asfixió con una toalla y la golpeó en el rostro cuando ya estaba en el suelo. Esto ocurrió en el patio de la vivienda. Con una frialdad sorprendente, el sujeto antes de marcharse, le lavó el rostro ("para que cuando la encuentren esté bonita"), le dio un beso en la boca y se marchó, pero retornó más tarde, cuando ya había regresado la familia de su ex.
Miguel Ángel Olmos, hijo de la víctima, fue el primer testigo que declaró en el juicio. Él encontró el cuerpo de su madre la mañana siguiente, el 30 de marzo.
Relató que la noche antes del hallazgo del cadáver, regresó a la casa de la Ruta N°41 y escuchó pasos por un pasillo exterior de la casa. Luego golpearon las manos. "Era Herrera que preguntaba si podía bañarse", contó ante los jueces. "Estaba pálido y lo noté llorando", recordó.
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Olmos manifestó en la sala que conocía de los episodios de violencia de los que su madre era víctima. Relató que en una oportunidad se enteró que Herrera había amenazado con matarla y que luego se suicidaría.
Luego se escucharon tres testimonios más, uno de ellos era de una kiosquera que relató que Herrera fue a comprar en la franja horaria en la que se habría perpetrado el crimen.
Herrera fue arrestado dos días después del crimen en un cinematográfico operativo concretado por la policía cuando Herrera intentaba llevar a cabo la venta de un decodificador de televisión satelital.
Los jueces resolvieron pasar a un cuarto intermedio hasta ayer a la mañana que se expondrán los alegatos y luego se dictaría sentencia. Antes Herrera tendrá su última palabra.
(Fuentes: El Ancasti y Catamarca Actual)