Su familia reclama justicia

La historia de Brianna Matulich, la adolescente que murió atropellada

Brianna Matulich tenía 17 años cuando un conductor alcoholizado y a gran velocidad, subió al boulevard de la autovía, la atropelló, terminó con su vida en el acto y huyó del lugar. Este año se realizará el juicio y sus familiares y amigos reclaman justicia. La historia de una joven “pura risa”, “hiperactiva”, que practicaba varios deportes y era muy estudiosa, pero sobre todo era “compañera”, de sus padres, de sus hermanas, la “alegría del hogar” y además, muy amiguera. Anécdotas y recuerdos en un Informe Especial de TiempoSur.

03/02/2025 • 10:46

La madrugada del 31 de enero de 2023, Brianna Matulich (17) caminaba por el parterre de la Autovía 17 de Octubre, junto a sus hermanos, Priscila (14) y Thiago (13) cuando Esteban González los atropelló a una velocidad de más de 140 kilómetros por hora. Perdió la vida instantáneamente por la violencia del impacto y Priscila quedó con múltiples heridas.

El conductor de la Eco Sport, que iba acompañado de una mujer, escapó sin asistir a las víctimas. Desde ese día, González, hoy de 49 años, permanece detenido y la familia de la joven espera “una condena ejemplar” en el juicio que se realizaría a fines de abril, según adelantó a TiempoSur el abogado de la querella, Matías Solano, “probablemente el 21 de abril”.

La partida de Brianna, dejó al descubierto su vida. Sus logros, sus sueños y sus afectos y “decenas y decenas de amigos que nosotros no sabíamos que tenía”. “No podíamos creer que tuviera tantos amigos”, relata con sorpresa a TiempoSur, su padre, Jorge Matulich, sobre la cosecha de amistades de su hija en todos los ámbitos que frecuentaba, deportivos, del colegio y recreativos.

“Tenía amigos en toda la ciudad, por el deporte, el gimnasio, el colegio, la plaza San Martín, los recitales”, cuenta su papá con orgullo de su hija y remarca también que, “era una “gran compañera”, además de “deportista”, “estudiosa” y “emprendedora”.

Brianna era parte de una familia numerosa: sus padres Jorge y Mabel, sus hermanas Victoria (27), Siomara (25) y Dalma (24) Riquelme, “mis hijas del corazón, que están conmigo hace 22 años”, cuenta Jorge Matulich y también Abigaíl (21), Priscila (15), Thiago (14) y Gael (8) Matulich. 

En su casa le decían cariñosamente “Cunita” o “Cuni”, porque cuando era bebé emergía de su cuna con el chupete, y “así le puso una de sus hermanas y así quedó”, relata su mamá Mabel.

En algo coinciden todos, “Bri, era la alegría del hogar”. Siempre “con pilas y buena onda, nos cambiaba el día a todos”.

“Había días que no todos estábamos con buen ánimo y llegaba ella con su alegría diciendo: "qué onda la banda, tomamos mates o qué?", recuerda Dalma y su hermana Abigaíl destaca en este mismo sentido que “ella siempre estaba de buen humor, siempre contenta”.

El hecho fatal y la causa 

Cuenta Jorge que sus tres hijos, Brianna, Priscila y Thiago caminaban por el boulevard, en la zona donde hay un círculo de pasto, “ya estaba claro el día, se veía perfectamente, cuando dos autos pasaron corriendo una picada, uno cerró al otro, que terminó subiendo al boulevard y atropellando a Brianna y a Priscila, no se detuvo, continuó su camino en llanta hasta su domicilio y escondió su camioneta”.

“Las pericias demostraron que González tenía alcohol en sangre, que iban corriendo a 160 kilómetros por hora, que embistió a Brianna a 142 kilómetros por hora y la arrastró entre 40 y 50 metros y también atropelló a Priscila, pero se salvó porque Thiago alcanzó a empujarla”, detalló Matulich en declaraciones a TiempoSur.

Desde ese día, hace un año y un mes, el imputado, Esteban González, conductor alcoholizado que embistió a Brianna y huyó, permanece detenido y se está a la espera del juicio oral que determinará la pena que deberá afrontar.

El doctor Matías Solano, abogado de la familia de Brianna, confirmó a TiempoSur que el hecho “está caratulado como homicidio simple con dolo eventual” y el único imputado es Esteban González.

El delito tiene una pena de 8 a 25 años de prisión y el letrado manifestó que “insistiremos en que sea condenado por homicidio simple”.

Solano señaló que la fecha del juicio sería el 21 de abril, pero remarcó que “aún no fue confirmada oficialmente”, pero sería “más o menos en esa fecha”.

“Somos conscientes que las leyes no acompañan con el castigo como debería ser en este tipo de casos, pero esperamos la máxima pena, porque hay agravantes, porque cada uno debe asumir sus responsabilidades y especialmente para que no vuelva a suceder. Que nadie más tenga que atravesar este dolor con el que vivimos nosotros”, expresó Jorge, el papá de Brianna.

Y Mabel, su madre que casi no puede hablar sin quebrarse, dijo a TiempoSur que no puede “encontrar alegría” y que “no hay nada que calme el dolor”. “Lo único que quiero es que se haga justicia”, aseguró.

“Los tres son culpables (en referencia a los conductores de ambos vehículos y la acompañante de González), son cómplices, quisiera que los pongan en la cárcel y no salgan nunca más, quisiera que los jueces se pusieran en nuestro lugar y vean nuestro sufrimiento, el daño del que no nos vamos a recuperar jamás. Tienen que pagar el daño que hicieron”, reclamó Mabel.

Recuerdos que suman

Mabel no puede dejar de pensar en su hija Brianna, asegura que todavía la espera y que a veces siente que se fue de viaje y que va volver. Cuenta que con “Cuni”, “hemos tenido buenas conversaciones, fuimos muy amigas”.

“A veces se dormía conmigo, tenía la costumbre de pellizcarte con los dedos de los pies”, y recuerda también que “ella sabía que estamos construyendo y me decía, yo voy estudiar y trabajar, para ayudarte a terminar tu casita”.

Luis “Henry” Cisternas fue el profesor de Fútbol de Brianna y cuenta que la joven “estuvo tres años entrenando fútbol conmigo. Era una muy buena compañera y deportista y se brindaba con todas”.

“En el grupo se destacaba, porque era la que más captaba todo en el momento”, recuerda y agrega en diálogo con TiempoSur que “el fallecimiento de Brianna impactó muy feo en el grupo de las chicas, porque ella era muy buena compañera y muy amorosa”. 

Y aseguró que la adolescente, “vivía siempre sonriendo y haciendo chistes” y “realmente se la extraña mucho”.

Su hermana Dalma dice que tiene miles de recuerdos y anécdotas de “Cunita”.

“Recuerdo cuando estábamos todas las hermanas juntas haciendo ‘noche de chicas’, porque nosotras nos juntábamos en las tardes o noches casi siempre a hacernos limpieza facial, y nos poníamos hablar de todo, ella nos contaba que quería terminar su secundario para ser policía, que quería invertir plata y empezar un emprendimiento”.

Y en ese rememorar, remarca que su hermana “quería hacer todas las cosas a la vez”. Asegura que la familia, “siempre la vamos a recordar así, alegre, nos vamos a quedar con lo que nos dejó Brianna, ella una nena llena de proyectos, de sueños y era muy feliz”.

Lusmila Moreno y Brianna iban al mismo curso en el Secundario N°19, eran amigas y compartían diversas actividades. Dice que “era muy divertida, se le ocurría siempre hablar ‘en mexicano’ y nos reíamos mucho. Era muy graciosa”.

“Fue una conmoción muy grande para todo el curso. Todo cambió, ya no fue lo mismo. Sus compañeros del 5to “A”, siempre pensamos en hacer muchas cosas para recordar a Bri, comenta la joven a TiempoSur y refiere al discurso que dió en el acto de egresados, al que asistieron los padres.

En ese acto, se recordó a Brianna, que debería haber egresado con sus compañeros. Le hicimos un reconocimiento y dije en ese discurso que “este año se nos hizo muy difícil su ausencia en el aula, ya que ella con su alegría siempre nos sacaba una sonrisa, todos los días con la mejor y con buena onda (…) siempre pidiendo mate o con sus frases mexicanas, como ‘no mames wey’ o ‘a su pinche madre’. Siempre la recordaremos entre anécdotas, risas y experiencias”.

Su hermana Abigaíl, siente que todavía sigue esperando a “Cunita” y recuerda que “cuando confirmamos que yo estaba embarazada ella me aconsejó que no piense en los demás y tampoco esté renegando con nadie, que sólo piense en la bebé".

“Hoy me cuesta vivir sin ella, sinceramente, es todos los días pensar una y otra vez porque ella era la alegría de la casa y siempre fue muy compañera con todos. Brianna era una nena llena de luz y felicidad, siempre se esforzó en los estudios, en los deportes, en todo. Tenía muchas ganas de vivir”, expresó Abi en diálogo con TiempoSur.

Gabriel Pérez es profesor de Educación Artística del Secundario 19 y confirmó en declaraciones a este medio, lo que dicen todos: que Brianna era “una excelente alumna”.

“Muy capaz, súper inteligente, asistía a un curso muy chiquito, con muy pocos alumnos, todos muy unidos”, cuenta el docente y señala siempre hizo propuestas de trabajo “muy activas, de mucho compromiso propio y ella siempre fue la primera en estar al pie de cañón para poder realizarlas”.

“Ella en la escuela era un aparato total, siempre andaba diciendo palabritas así como en mexicanote, era una locura tener  ese curso y ella era una pieza muy fundamental, y se notó este año, ese curso mucho más apagado desde que ella no está”, concluyó Pérez.

Rayitos de luz

Después de la tragedia, de tanta oscuridad, varios rayitos de luz iluminaron a la familia Matulich.

Cuenta Jorge a TiempoSur que cuando falleció Brianna, faltaban 40 días para el nacimiento de la beba de su hermana Abigaíl.

“El 11 de febrero de 2024 nació Brianna Catalina Matulich Rodríguez, la sobrina que Brianna no pudo tener y de la que iba a ser la madrina”.

Y Jorge Matulich agradece a Dios “que nació sana y ya está empezando a caminar. El sol vino después de la tormenta y es una caricia a nuestros corazones tan heridos”.

También destaca como más “caricias al alma”, “la solidaridad de tanta gente, que nos ayudó. Nos transfirieron dinero para los gastos del velorio, para todo, muchas personas, algunos desconocidos”. “Estamos muy agradecidos por tanta solidaridad”.

La vida de Brianna: estudiosa, deportista y amiguera

Aseguran los que la conocían que Brianna era organizada, estudiosa, deportista, independiente, emprendedora, amaba los animales y juntarse con amigos.

“Tenía muchísimos amigos, muchos más de los que imaginábamos”, relata su papá Jorge y cuenta la adolescente practicaba fútbol, boxeo, kick boxing y atletismo y que además de eso “se esforzaba mucho en la escuela”.

Y eso también destaca su mamá Mabel: “se levantaba a las cinco de la mañana a estudiar, se encerraba y se pasaba todo el día estudiando, se levantaba sola para ir a la escuela y no quería faltar”.

“Le teníamos mucha confianza, ella asumía responsabilidades y las cumplía”, afirma su papá en declaraciones a TiempoSur.

Además de todo eso, cuentan sus padres que era “muy compañera con todos”: “le hacía masajes a su abuela, que sufre de artrosis, para que se sienta mejor, ella estaba muy atenta a todo”.

Y Brianna además se prendía en todas, iba con su papá a los festejos del triunfo de la Selección Argentina y también acompañaba al supermercado a su mamá y le mostraba las ofertas.

También era compañera y confidente con sus hermanas, que aseguran que “Cunita era la alegría de la casa”.

“Era pícara, viva, simpática y empática”, dice su mamá y recuerda que en la última Navidad “ella se la pasó atendiendo a su perrita, que estaba asustada por los cohetes, se acostó con ella, la abrazó y se la pasó acariciándola”.

Su mamá Mabel la define con orgullo, “mi hijita era un sol, muy buena personita, muy humilde, siempre con una sonrisa, tan atenta con la gente, tan servicial y amorosa”.

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