Asesinada por sus vecinos de 12 puñaladas: la historia de Soledad Burgos

El hecho tuvo lugar la madrugada el 2 de agosto de 2022, en el barrio 90 Viviendas de la localidad santacruceña de El Calafate, cuando Soledad regresaba del cumpleaños de su madre junto a dos de sus hermanos y decidieron ir a un kiosco cercano a su casa, según relató su hermana Mabel Burgos a TiempoSur.

Un conflicto de vieja data se reavivó ese día con integrantes de la familia Zúñiga. La joven fue atacada por sus vecinos con armas blancas. Recibió 12 puñaladas que le causaron la muerte.

Soledad murió desangrada y aún permanecía tirada en la vereda, a muy pocos metros de su hogar cuando llegaron al lugar los efectivos policiales del Comando de Patrullas y de las comisarías Primera y Segunda e inmediatamente fue trasladada al hospital SAMIC, pero la gravedad de las heridas, causaron finalmente su deceso.

“A nuestros ojos es un homicidio bestial, alevoso”, expresó a TiempoSur el doctor Pablo Ferro, abogado de la familia Burgos y adelantó que “desde la querella vamos a pedir una condena de prisión perpetua para los tres imputados”.

El caso conmocionó a la villa turística ya tiene fecha de juicio y la Audiencia de Debate y Juicio Oral comenzará a las 9 de la mañana del 7 de abril, en el teatrino del Centro Cultural Municipal de El Calafate y en el banquillo de los acusados estarán sentados Luis Zúñiga y sus hijos, René y Verónica.

El mayor de los imputados por el crimen, Luis Zúñiga, goza del beneficio de prisión domiciliaria por razones de enfermedad y reside en “Río Gallegos, en un lugar desconocido para la querella”, mencionó Ferro a este medio y agregó que “apelamos esta medida por considerarla injusta, dado que existían lugares de detención adecuados para su tratamiento, pero no obtuvimos respuesta”.

Y cuestionó además que “fue escandaloso que inicialmente ni siquiera le pusieran tobillera electrónica”.

En tanto, Verónica y René están alojados en penales de Río Gallegos y El Calafate respectivamente.

El homicidio de Soledad, dejó también otro doloroso saldo: a cuatro hijos sin su madre, dos ellos pequeños, en ese momento de seis y tres años y una gran familia que la extraña, aseguró su hermana Mabel a TiempoSur y contó que la joven “era muy ‘familiera’ y todas las tardes se juntaban a tomar mate en la casa de su madre, junto a otras hermanas y los niños.

Detalles de los hechos

El representante de la querella, Pablo Ferro, relató sobre los hechos que terminaron con una víctima fatal esa madrugada de agosto de 2022 que “todo sucede en el marco del cumpleaños de la mamá, Norma Vito. Soledad sale con familiares a buscar al kiosco más cercano, unas bebidas para continuar con el festejo”.

“En eso, pasan por delante de la casa de la familia Zúñiga y ellos comienzan a insultarlos y les dicen que no pueden pasar por ahí”, detalla el abogado de la familia Burgos y agrega que “había peleas anteriores entre las dos familias, pero esto no justifica en modo alguno la violencia y el asesinato de una mujer totalmente indefensa”.

Y al respecto puntualiza que “esto es lo central, acá hay alevosía, fue realmente una cacería, fueron por ella”.

“Soledad sufría de miopía degenerativa, no veía a más de un metro de distancia y hubo indicios de alcohol en sangre, lo cual la vuelve más vulnerable aún”, aseguró el abogado querellante.

En tanto, mencionó además que un momento “se habló inclusive de legítima defensa, como que Soledad hubiera entrado al patio y agredido a uno de los miembros de la familia y esto hubiera generado la respuesta, que de ningún modo es proporcional”.

“Esto no figura probado en el expediente, ya que los hechos sucedieron en la vereda y además, Soledad no tenía ningún antecedente de violencia con uso de armas blancas, no era una persona que pudiera pelear, era agresiva verbalmente, podía generar insultos, tenía ese perfil, pero de ningún modo era violenta, no está probada esa violencia dentro del expediente y no se puede hablar de legítima defensa por la desproporción de medios”, fundamentó Ferro en declaraciones a TiempoSur.

Y seguidamente remarcó que “fueron tres personas contra una que apenas veía y estaba alcoholizada por el festejo del cumpleaños de su madre, fue atacada bestialmente, eso está en la autopsia”.

La carátula es “Homicidio calificado por ensañamiento y alevosía con el concurso premeditado de dos o más personas” y, si bien la querella solicitó el cambio de carátula y que se considere como Femicidio, el doctor Ferro confirmó a este medio que tal petición fue negada por el Juez, apelaron y nuevamente fue negada.

“Desde la querella vemos una condena a prisión perpetua para los tres imputados y creo que es coincidente con el trabajo de la Fiscalía. La prueba es abrumadora, nosotros vamos a hacer todo lo posible para que sea así y vamos a argumentar en este sentido”, concluyó Ferro.

Huellas de un crimen

“Hay un plexo probatorio que va a producir la condena de los imputados”, aseguró Ferro y brindó detalles del informe de la autopsia realizada al cuerpo de Soledad Burgos.

Señala al respecto que del estudio surge como “prueba central que hubo 12 cuchilladas en distintas zonas, así por ejemplo 8 en el tórax, en la cara, en la zona de la espalda. También hay golpes, lesiones contusas, en el cuello, en cráneo y en miembros superiores”.

“El informe forense coincide con lo que señalan los testigos. Andrés y Máximo Burgos, que Soledad fue atacada inicialmente por Luis Zúñiga para luego quedar a merced de René Zúñiga, a quien Máximo vio darle por lo menos dos cortes más a la víctima, y Verónica Zúñiga, que termina de matarla. Entre los tres la asesinan y le propinan golpes y siguen golpeándola incluso cuando está en el suelo”, detalla a TiempoSur el representante de la querella.
El letrado añade además que “la autopsia también señala que por la ubicación de las lesiones y la orientación de los bordes cortantes se puede presumir que hay una presencia de al menos dos agresores, uno ubicado frente a la víctima y otro por detrás de la misma, diestros ambos. Esto es una conclusión de la médica legal”.

Y remarca que “se encuentra acreditado entonces la utilización de por lo menos dos armas blancas, también se le propinaron golpes a la víctima, patadas en la cabeza cuando se encontraba en el piso, incluso estando ya gravemente lesionada y con un profundo sangrado”.

La postura de la defensa

El doctor Sandro Levin, representante de la familia Zúñiga, abordó en diálogo con TiempoSur, algunos aspectos que serán planteados por la defensa en el debate.

En este sentido, señaló sobre los hechos que llevaron a la muerte de Soledad Burgos que según el criterio de la defensa el crimen se habría producido en el domicilio de los Zúñiga, presume que el patio del domicilio de esa familia y que fueron Soledad y sus hermanos quienes llegaron a ese lugar con una actitud violenta y de provocación.

Al respecto, el letrado expresó a este medio que “lo que sucedió fue que la familia Burgos, entre ellos la víctima, fueron hasta el domicilio de los Zúñiga. Esto está probado en el expediente. Hubo una discusión y lo que se va a dilucidar en el debate es si fue en el patio o en la vereda”.

“Nosotros sostenemos que la reyerta empezó en el patio porque había patadas en la puerta de ingreso de la familia Zúñiga. o sea que según la versión de los hechos de los Zúñiga, la vivienda de ellos había sido apedreada, les patean la puerta para salgan afuera y cuando ellos salen, comienza la pelea”, detalla Levin a TiempoSur.

Añadió que para la defensa, “el ataque o la ofensa comenzó contra los Zúñiga porque fue en su domicilio y fue ahí en el patio donde se inició la pelea y terminó en la vereda. Es decir, fueron ellos quiénes empezaron a atacar y los atacados e intimidados en su domicilio fueron los integrantes de la familia Zúñiga”.

“Otro tema importante, es el hecho de que el arma utilizada fue una sola. Por eso no puede haber tres detenidos por un homicidio, cuando hay una sola arma blanca que habría sido utilizada en la pelea”, consideró el abogado.

Y sobre este punto agregó que “es muy difícil suponer o acreditar que los tres se fueron pasando el arma blanca para asestarle la puñalada a la víctima. Entonces entendemos que se usó sólo un arma y que no pudo haber sido utilizada por los tres”.

Respecto del autor material del crimen, Levin confirmó que Verónica Zúñiga se adjudicó el homicidio.

“Ella se quebró, reconoció y confesó que le había dado muerte a la víctima Burgos. Dijo que había entrado en shock cuando vio que le estaban pegando al hermano y que ella fue quién apuñaló a Soledad Burgos”, explicó el representante legal de los Zúñiga y confirmó que tras la confesión “se le imputó el delito de homicidio”.

En cuanto a la mencionada situación, el defensor remarcó en declaraciones a TiempoSur sobre Verónica Zúñiga que “hay que ver cuál era el estado en que estaba la agresora y si actuó en legítima defensa en un estado de emoción violenta”, concluyó.

Respecto de esta hipótesis, el abogado de la querella, Pablo Burgos, expresó a TiempoSur sobre Verónica Zúñiga que “dice que lo hizo para defender a su hermano porque supuestamente Soledad lo estaba atacando. No hay indicios de eso dentro del expediente y ahora quieren ir por la inimputabilidad”.

“Hay una fecha de pericia psicológica para ella. Consideramos que estaba en uso de sus facultades y entendía lo que estaba haciendo y creo que esto va a quedar confirmado por la pericia”, expresó el representante de la familia Burgos.

Quién era Soledad y cómo era su vida

Soledad Burgos tenía 36 al momento de su muerte, cuatro hijos: Sol (22) Iván (18) Pamela (9) y Dylan (6) y dos nietitas pequeñas que también cuidaba y trabajaba en el Jardín de la escuela N°80 realizando tareas de limpieza, según relató su hermana Mabel a TiempoSur.

Contó que la joven madre tuvo una vida difícil, con un par de relaciones en las que fue víctima de violencia de género, con denuncias de por medio, “pero a pesar de todo, ella era pura risa, optimista y dedicada a sus hijos”.

“Esa era su vida, trabajar y cuidar a los chicos”, remarcó y añadió que “los llevaba a pasear, a la plaza, andaba con el carrito de acá para allá”.

Mabel recuerda a Soledad como una “hermana mayor superprotectora”. “Siempre defendía a su familia”, expresó y acusó a los Zúñiga de ser “muy violentos, también puertas adentro, vivían a los gritos y tenían causas por robo, maltrato y abuso”.

La joven afirma que había ciertos conflictos con los ahora imputados por homicidio, “pero eran discusiones, jamás nos imaginamos que terminaría así”.

“Sole era muy ‘familiera’. El punto de encuentro siempre era la casa de mi mamá, donde nos juntábamos a tomar mates por las tardes” y destaca de la personalidad de su hermana mayor que “era muy positiva y tenía una risa muy contagiosa” y aseguró que ahora “todas las fiestas son difíciles sin ella”.

Ante la cercanía del juicio (anunciado para el próximo 7 de abril), Mabel dice a TiempoSur que su familia espera “que se haga justicia por Sole” y señala que todos sus hijos “sufrieron y sufren mucho, especialmente los más pequeños”.