El agresor tenía escasa empatía con la víctima

En horas de la tarde, se reanudó la audiencia del juicio que se sigue a Pablo Núñez, por el delito de femicidio doblemente agravado, por haber mantenido una relación de pareja y con alevosía, contra Jesica Minaglia. En esta oportunidad se escuchó el testimonio del matrimonio vecino y amigo de Jesica, como así también del policía que llegó junto a Núñez a la casa de Jesica cuando la madre la encontró sin vida.

Posteriormente le tocó el turno a la Licenciada en Criminalística del Poder Judicial, quien explicó cual fue su trabajo en la escena del crimen.

La experta comenzó explicando que lo que ellos hicieron fue un análisis hipotético a través de la escena y, además, les pidieron un perfil de quien lo hizo y si conocía o no la víctima.

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Mediante unas diapositivas, comentó que el sujeto planificó la escena, ejerció violencia y no hubo remordimiento.

A su vez explicó que la víctima no podía moverse, “estaba inconsciente por lo que es imposible pensar que pueda a llegar a moverse”, aseguró la Licenciada.

Posteriormente mostró una foto de la puerta de la casa donde fue asesinada Jesica, comentó que el agresor salió por la puerta, ya que en la parte externa había gotas de sangre. A la vez que aseguró que la víctima conocía al victimario, ya que le abrió la puerta y la dejo un poco abierta, el sujeto ingresó y la sorprendió.

Más adelante en su testimonio la Criminóloga comentó que por el estado donde fueron encontradas las zapatillas se podría decir que hubo un forcejeo, ya que una de éstas se encontraba en un escalón de la escalera y la otra en el suelo.  

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También explicó que por la escena que encontraron, todo sucedió en el lugar cerca de la puerta, ya que allí se encontraba gran cantidad de sangre y las salpicaduras de sangre, en especial en un sillón blanco que había.

En cuanto al perfil del agresor, explicó que, de acuerdo a la multiplicidad de heridas, las hizo para que sufra y obtener el resultado muerte, ya que todos los golpes fueron en la cabeza. Para ir finalizando manifestó que el sujeto tenía el control del carácter, ya que actuó controladamente, presentó una escasa empatía y la incapacidad para arrepentirse. A su vez especificó que es ordenado, detallistas y meticuloso con el fin de evitar la acción punitiva.