Santa Cruz

El descuartizador de la Swift

A 13 años del brutal asesinato de Elizabeth en la ciudad de Río Gallegos, este multimedio repasó todo lo sucedido con la joven.

  • 07/06/2021 • 11:15
Frigorífico abandonado.
Frigorífico abandonado.

Por Ignacio Domínguez (Redacción TiempoSur)

El pasado 6 de septiembre pero del año 2008 no transcurría una mañana más en la ciudad de Río Gallegos, sino que se producía uno de los crímenes más aberrantes registrados en la provincia de Santa Cruz.

El mismo se trató del brutal asesinato de Elizabeth Shirley Adaro Davies de 28 años de edad.

La joven en cuestión trabajaba como prostituta y era oriunda de la ciudad de Trelew provincia de Chubut.

Asimismo, en aquel momento se pudo saber que Elizabeth había viajado desde dicha localidad hasta la capital santacruceña para trabajar en las reconocidas “Casitas” que quedaban detrás de la terminal de ómnibus.

El autor del crimen fue Lucas Huaimas, un obrero que hacía pocos días había llegado desde la provincia de Salta para trabajar en una obra en construcción de un complejo de departamentos.

Un día el joven en cuestión conoció a Elizabeth en un boliche bailable de la ciudad de Río Gallegos donde luego de varias horas de charla concretaron una cita para verse a solas.

Desafortunadamente el fatídico día llegó cuando Lucas le había dicho a la muchacha que se acercara a un supermercado a pocos metros de un descampado donde se encontraba el frigorífico Swift.

Al arribar al sitio anteriormente mencionado, tanto Elizabeth como Lucas comenzaron a tomar bebidas alcohólicas.

Seguidamente a esto en aquel momento se pudo saber que aparentemente una frase de la muchacha hacia el joven habría desencadenado el asesinato.

Lucas rápidamente le dio una puñalada y luego la terminó de matar dándole mazazos en el sector de la cabeza.

Tras cometer el delito en cuestión el muchacho en un acto desesperado comenzó a descuartizarla.

Aproximadamente a las 00:35 de aquel día un vecino de la zona solicitó la presencia del personal de la Unidad de Bomberos donde precisó que se estaba generando un principio de incendio en las inmediaciones del frigorífico abandonado.

Una vez arribados al sitio el personal bomberil constató la veracidad de los hechos y procedió a apaciguar las llamas que se estaban generando.

No obstante, los bomberos, en aquel momento pensaron que se trataba de ropa o un animal muerto, hasta que uno de ellos detectó que eran restos humanos.

Tras el escalofriante escenario el personal bomberil pudo confirmar que se trataban de manos, una pierna y el torso de una persona semiconsumido.

Inmediatamente los bomberos solicitaron la presencia del personal de la Policía Provincial.

Al arribar a las inmediaciones los efectivos de policía comenzaron un amplio rastrillaje por la zona con el fin de dar con el paradero del causante.

Lo que parecía un escenario atroz se convirtió en una aberración cuando los uniformados a 600 metros, sobre la intersección de Los Pozos en la vereda del supermercado “La Anónima”, hallaron dentro de una bolsa dos brazos y otra pierna.

Posteriormente a esto las autoridades solicitaron la presencia del personal de la División Criminalística quienes se encargaron de realizar las diligencias de rigor correspondientes al caso.

Dicho procedimiento policial consistió en la inspección ocular, secuencia fotográfica y toma de huellas.

Finalizada la labor las autoridades policíacas comenzaron con las averiguaciones y recolección de testimonios para encontrar al asesino de Elizabeth.

Transcurridas varias horas del suceso el hombre se entregó ante las autoridades de bomberos donde expresó que era el autor material del crimen de la joven.

Es por ello que los oficiales de policía procedieron a la inminente detención y traslado del presunto asesino hasta la División Comisaría Primera.

Continuamente a esto Lucas había prestado indagatoria donde indicó que el resto del cuerpo se hallaba en su domicilio donde residía.

Ante esto, los efectivos de policía dieron aviso al Juez que llevaba la causa en aquel momento y donde dispuso una orden de allanamiento en la calle Don Bosco al 1100.

Hasta ahí se acercaron los uniformados quienes realizaron todas las diligencias de rigor correspondientes.

Para asombro de las autoridades policíacas lograron encontrar la cabeza de la mujer y el resto del cuerpo debajo de la cama donde dormía Lucas.

Por otra parte, se supo que en aquella época el asesino de Elizabeth había intentado quitarse la vida la primera noche que pasó detenido utilizando la sábana de su celda.

Por esa razón, el magistrado interviniente había decidido que Lucas fuera trasladado hasta la División Comisaría Quinta para su resguardo físico y mental.

Pasada una semana aproximadamente el muchacho en cuestión fue llevado nuevamente hasta la División Comisaría Primera, ya que los internos lo habían golpeado seriamente.

Sin embargo, durante el transcurso de la madrugada del 16 de octubre del año 2008, alrededor de las 02:30, se produjo la tragedia.

Lucas, el joven de 25 años de edad, fue hallado sin vida en el interior de la celda de dicha dependencia mencionada anteriormente.

Es importante recalcar que el aviso a las autoridades fue realizado por su compañero.

Los efectivos de policía al acercarse hasta el calabozo constataron la veracidad de los hechos e inmediatamente ingresaron con el objetivo de poder reanimarlo.

Desafortunadamente para los uniformados las tareas de reanimación fueron en vano, ya que el asesino de Elizabeth Shirley Adaro Davies había logrado su cometido de quitarse la vida.

Así fue el cierre de uno de los episodios más crudos y escalofriantes perpetrados en la provincia de Santa Cruz.