Apuntado hasta por los propios, Pérez Soruco camina por la cuerda floja en la CSS
El presidente de la obra social santacruceña sufrió una embestida en el Concejo Deliberante de Río Gallegos cuando se aprobó por unanimidad el jueves un proyecto pidiendo su salida del cargo.
Sergio Pérez Soruco pisa en arenas movedizas por estas horas. Apuntado hasta por los propios, el titular de la Caja de Servicios Sociales transita días complejos al frente de la obra social santacruceña y, por unanimidad (con el respaldo de los concejales de Por Santa Cruz, que hoy tiene mayoría), pidieron su salida en el Concejo Deliberante.
La distante relación que mantiene con los vocales electos, Hugo Jerez y Beatriz Constantino, los permanentes reclamos de los afiliados y los problemas que le sumó al ministro de Salud, Ariel Varela, hacen que Pérez Soruco esté en el ojo de la tormenta.
La concejal del radicalismo, Daniela D’Amico, tomó la iniciativa y presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para acelerar su salida de la Caja de Servicios Sociales.
"Son innumerables los reclamos de afiliados y afiliadas de la Caja de Servicios Sociales por diferentes inconvenientes en el acceso a las prestaciones. En el mismo sentido los vocales por los trabajadores activos y pasivos, Hugo Jerez y Beatriz Constantino, también se expresaron públicamente sobre la falta de diálogo con la nueva conducción de la CSS”, argumentaba D’Amico.
Varela, en su momento, debió intervenir porque Soruco no convocaba a las reuniones de Directorio, que tienen que ser semanales, y la relación se fue desgastando con el correr de las semanas.
El contador que el Ejecutivo eligió para poner frente a un organismo siempre díficil, con números en rojo hace años, no logró hacer pie desde que asumió y hay quienes aseguran en el gabinete que son sus últimos días como funcionario provincial.
Pérez Soruco decidió defenderse por una vía que ha elegido en estos meses: comunicados de prensa que publica en las redes sociales de la CSS.
Titulado “Sorprendido y defendiendo la verdad”, el presidente de la obra social aseguró que la Caja de Servicios Sociales “garantiza el acceso a la salud con prestaciones de calidad a sus beneficiarios” y eligió al Municipio de Río Gallegos como ejemplo para volver a exponer las deudas en el pago de aportes que arrastran las localidades hace décadas.
Soruco dijo que “Río Gallegos al mantener una retención, penalmente indebida, de los aportes y contribuciones de sus empleados municipales, pone en riesgo sus correctas coberturas ya que nunca llegan estos aportes”.
Para intentar disciplinar a los ediles que le responden a Vidal, el funcionario expresó que le “llama poderosamente la atención” que los concejales “no exijan la deuda municipal que a la fecha es de 14 mil millones de pesos”.
"Esta caja no solo dialoga con sus vocales representantes de los activos y pasivos, sino que también es de puertas abiertas tanto para sus beneficiarios como para recibir a los concejales y concertar medidas rápidas y oportunas de saneamiento necesario”, cerró.
Pérez Soruco resiste como puede la embestida de los propios, que ya no se esfuerzan en defenderlo por sus acciones en la función pública. Al contrario, el descontento entre sus compañeros de gabinete ha ido creciendo y hay quienes piensan que saldrá en los próximos días.
El propio vicegobernador de Santa Cruz, Fabián Leguizamón, había dicho que en 60 días habría cambio de autoridades dentro de la Caja de Servicios Sociales. Se verá con el paso del tiempo.