Prueba de fuego: se viene la primera paritaria central en Santa Cruz
Este miércoles, será la primera negociación salarial entre el Gobierno y los sindicatos que representan a los trabajadores estatales de la administración central. Ya hubo pedido por parte de ATE de aplicar una cláusula gatillo con un porcentaje arriba. Las expectativas de lo que se puede llegar a dar en la reunión.
Ya en retirada del Gobierno, Alicia Kirchner habilitó a sus funcionarios a avanzar en la nueva carrera administrativa con los sindicatos estatales -que le puso el punto final a la ex 591- y, en paralelo, en nuevos convenios colectivos de trabajo con distintos organismos autárquicos, como la Caja de Previsión Social y la Agencia de Medios y Contenidos Audiovisuales (AMA), hoy convertida nuevamente en una Secretaría de Estado. Concluido, el anuncio oficial se hizo con un acto en Casa de Gobierno, en el que participaron los principales dirigentes de los gremios que nuclean a los trabajadores.
Carlos Garzón, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Santa Cruz, había sido muy crítico de la gestión anterior en el gremio, en la que él fue secretario adjunto (el segundo de Olga Reinoso) y los había acusado de abandonar a los empleados del Estado por fines personales. Pero en ese acto, Garzón tuvo también palabras de agradecimiento para la ex gobernadora.
“Los convenios colectivos son políticas de Estado que trascienden a los gobiernos y que los trabajadores lo van a defender, por eso también agradecer la decisión política de Alicia Kirchner porque juntos hemos logrado todas estas reivindicaciones”, aseguró el sindicalista en un tramo de su discurso.
Garzón, quien dio sus primeros pasos sindicales en Caleta Olivia, alertaba en ese entonces sobre la posible “estigmatización hacia el trabajador del Estado”. “Los trabajadores y trabajadoras de Santa Cruz -decía- se deben quedar tranquilos porque seguramente va a haber revanchismo, seguramente nos van a estigmatizar por estar hoy acá, por ello le decimos con toda claridad a los que están; a los que vienen que no van a tener un sindicato subordinado, van a tener un sindicato en defensa de los trabajadores y las trabajadoras estatales. Por eso compañera y compañeros, a defender las conquistas y los derechos para seguir trabajando en cada sector de trabajo”.
Consultado por Tiempo Sur al final del acto en el Salón Blanco, Garzón habló de las expectativas del gobernador actual Claudio Vidal, quien el 13 de agosto se había consagrado con más de 50 mil votos y dio un enérgico discurso cerca de las 4 de la mañana del 14 afuera de uno de sus locales partidarios en Río Gallegos. “El gobernador sabe muy bien las necesidades de los trabajadores, no las desconoce. Hay que dejar que tome decisiones en base a la economía y la realidad de la gente, no hay que subestimar al gobernador electo, si nos quiere incluir y sumar, nosotros estamos dispuestos, pero en contra de la gente, nada”, analizó.
Claudio Vidal enfrenta este miércoles una prueba de fuego con la apertura de la paritaria central, en un mes como febrero que siempre tiene complejidades y donde las negociaciones por los aumentos salariales se transforman en un toma y daca, a veces sin fin. ATE ya adelantó, luego de un encuentro interno, que pedirá cláusula gatillo más un porcentaje arriba “que deje por encima de la inflación los salarios a fin de recuperar el poder adquisitivo real”. También exigieron la apertura de las paritarias sectoriales, “que cumplan los CCT y los acuerdos paritarios homologados en el último semestre”.
En una coyuntura económica imprevisible, con el número de inflación en escalada (el dato de enero se conocerá mediante el INDEC este miércoles por la tarde), con una notable devaluación y Javier Milei recortando los giros a las provincias tras la caída ley ómnibus, es una incógnita saber qué suba al básico podrá ofertar el Gobierno. Según la postura de Garzón, será una reunión álgida, en la que aparentemente los gremios no cederán tan fácilmente.
Con algunas consultaras económicas que prevén un número por encima del 20 por ciento –similar al de diciembre-, las provincias intentan atenuar el impacto de la escalada en los precios, pero no reciben buenas señales desde Nación. “Sería muy difícil que Nación no envíe los aportes. No solamente para educación, tampoco enviaron los aportes para la Caja de Previsión”, dijo Vidal a los medios hace unos días mientras pintaba el aula de una de las escuelas de Río Gallegos.
El mensaje sobre la no contribución de la Anses al déficit de la Caja de Previsión Social no es casual: si el dinero no llega, el Tesoro provincial tiene que cubrir también ese porcentaje. La Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de la provincia tiene un déficit de más de 50 mil millones anuales, según indicó su presidente Marcial Cané, y cualquier salvavidas por parte del Gobierno nacional es valioso.
En la gestión anterior, Alicia Kirchner gestionaba personalmente con la ex titular de la Anses, Fernanda Raverta, y el último giro en 2023 (para los que exigen ciertos avances en materia previsional) fue de 4 mil millones de pesos. En medio de la salida de Osvaldo Giordano, funcionario que llegó al organismo previsional nacional por recomendación del ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti, varios medios aseguran que llegará alguien de Mauricio Macri a ese lugar y las relaciones con las provincias podrían ir empeorando: cuando Macri fue presidente, pedía que las Cajas no transferidas sean pasadas a la órbita de Nación. No pudo avanzar. ¿Y ahora?
Claudio Vidal, que tiene extracción gremial y un sinfín de paritarias encima, dijo el sábado pasado que están haciendo el mayor esfuerzo para las negociaciones salariales. Indicó que se tendrán que acostumbrar a paritarias continuas, como tiene el sector privado, pero también ratificó que “tienen una enorme deuda pública que dejó el gobierno anterior (esto lo desmienten ex funcionarios de Alicia Kirchner)” y le bajó la relevancia a la duplicación de ingresos por regalías, con la suba del dólar oficial.
En la primera reunión oficial entre el Gobierno y los gremios de la administración central que se dará este miércoles difícilmente lleguen a un acuerdo por las pretensiones de cada uno. Ya sucedió en la primera paritaria docente, donde el Ejecutivo escuchó los pedidos de Adosac y Amet y prometió llevar una propuesta en la del 20 de febrero, a nueve días del inicio de clases 2024. Seguramente, por este antecedente, ATE elevó una nota fijando sus prioridades y espera alguna contraoferta del Gobierno. Con el quincho de Fomicruz como sitio elegido, los estatales esperan con ansias la primera paritaria por el desmedido aumento de precios que hubo en este tiempo (y que se viene arrastrando hace tiempo) y marcará la temperatura social de parte de la sociedad de Santa Cruz que trabaja en la administración pública.