Crisis universitaria: nuevas medidas de fuerza

Fernando Cortés, Secretario General de la ATUNPA, explicó en Tiempo FM que la medida de fuerza estaba prevista desde el lunes pasado. Según Cortés, el paro es parte de un plan de lucha que busca presionar al Gobierno Nacional para que abran las paritarias y se establezca un espacio de diálogo y negociación.

“El 97% del problema aún no está resuelto”, aseguró Cortés. La falta de respuesta gubernamental ha llevado a una situación crítica en las universidades nacionales, con un presupuesto que, en muchos casos, no cubre ni siquiera las necesidades básicas de funcionamiento. El líder sindical destacó que, a pesar de una mejora del 3% en los salarios durante la primera parte del año, los problemas persisten y el aumento no ha sido suficiente para enfrentar la inflación y el desfinanciamiento.

Cortés también comentó sobre la preocupación por el impacto de la crisis en los estudiantes. “Nosotros no queremos que los estudiantes pierdan su trayecto académico”, afirmó, señalando que en el cuatrimestre pasado se evitaron medidas de fuerza en las últimas dos semanas para permitir que los estudiantes pudieran rendir sus exámenes parciales y finales. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada, especialmente para los trabajadores no docentes, cuyo salario básico es de 420.000 pesos, muy por debajo de la canasta básica de 900.000 pesos.

El 29 de agosto, el Consejo de Rectores de las universidades nacionales se reunirá en La Pampa para discutir la situación y planificar una posible nueva marcha en septiembre. Este evento está siendo organizado en conjunto con las federaciones de estudiantes y busca visibilizar aún más el conflicto.

“Esperamos que la ley de financiamiento a las universidades, que ha pasado a media sanción, sea tratada por el Senado”, dijo Cortés, subrayando la esperanza de que esta ley ayude a resolver parcialmente el conflicto y abra una mesa de diálogo para recuperar los salarios y mejorar las condiciones laborales.

La crisis en el sector universitario, según Cortés, no solo afecta a los trabajadores sino también a la calidad educativa, ya que el desfinanciamiento ha llevado a una falta de recursos y personal necesario para el correcto funcionamiento de las universidades.

La situación sigue siendo crítica y los trabajadores universitarios esperan que el diálogo con el Gobierno lleve a soluciones concretas para normalizar la situación en las instituciones educativas.