El crecimiento de la izquierda, lo que no logra captar el peronismo y la errada mirada en 2023

Lasse Paniceres Licenciado en Ciencias Políticas de “Estudio Par Consultores”, dijo antes de las elecciones que había una “agenda disociada” entre los problemas que advierte la gente, sea economía e inseguridad, y la dirigencia política.

Luego de las votaciones del domingo, lo advertido se reafirmó, porque lo que más le llamó la atención fue “finalizada la votación hubo un exceso de pensamiento en 2023”, pero no “la idea de generar un acuerdo para sostener la situación económica”

“Nadie está pensado en un acuerdo institucional mínimo para contener, por ejemplo, la inflación”, remarcó.

Expuso que hay “cuestiones” en materia económica que deben quedar claras tanto para el pequeño como el gran empresario, pero también para los argentinos que tiene “miles de millones de dólares en el colchón o afuera del país”. “Si no existe confianza, el duelo de una empresa gigante o un comerciante que tiene 5 mil dólares, no va a querer invertir, porque cree que todo irá para peor, así que lo que hace es especular”, sentenció.

Reafirmó que el problema de la inflación “es político, no económico”. “La dirigencia no se pone de acuerdo. Tenés que planear normas básicas, como que, de 20 políticas económicas, solo se tocaran de las 16 a la 20, para que haya margen de maniobra, y que el que venga, no destruya lo que el otro realizó y adopte nueva medidas”, señaló.

La dirigencia –enmarcada en el oficialismo y Juntos- las fuerzas más grandes del país- no realizan “acuerdos mínimos” a pesar de que acuerdan el tipo de elección, el resultado de esa elección, ya que no hubo fraude “pero no pueden acordar en lo económico, y eso es básico. No se trata de debilidad, sino que esto generaría legitimidad y fortaleza”.

El analista excluyó de la búsqueda de acuerdo, el pedido de consenso solicitado por el oficialismo a la oposición para acordar con el FMI. “Se hizo tarde, el acuerdo debería haber sido antes porque queda muy forzado hacerlo el día de las elecciones. La llamada a acordar, debería haber sido en mayo, junio, mucho antes de las PASO, porque si no está muy teñido del resultado político”, mencionó.

Derrota

En cuanto a los resultados, Paniceres remarcó que “a pesar de lo que diga el oficialismo, hubo una derrota”.

Detalló que, si bien hubo una “remontada” de votos, hubo 1,5 millones de sufragios menos. “Es decir que, en dos años, el Frente de Todos perdió 3,5 millones de votos”, afirmó.

Opinó que el oficialismo no pudo “encontrarle la vuelta a lo económico”, que en la anterior gestión aplicó las mismas medidas, con congelamiento de precios, distinto valor del dólar, constantes ingresos en subsidios, etc. “No han logrado teledirigir esa política pública”.

Mencionó el ejemplo de la ley de Zonas Frías “en donde el gas tiene la misma consideración en Río Gallegos, Caleta Olivia, que en el sur de la provincia de Buenos Aires”.

En concreto, marcó que en contrapartida “en el frente no está Cambiemos solo, sino una contra hegemonía liberal consolidada, con un 40% de ciudadanos que tiene una idea de que no haya intervención del Estado en la economía, que está en contra de los planes”. Entonces- abundó- esto significa que el peronismo “perdió su categoría de partido de masas populares, porque el peronismo unido, que decían que jamás será vencido, fue vencido”.

Una de las causas, destacó, es que este movimiento tiene diversas identidades provinciales “que varían de característica en cuanto a las provincias”, y esto desdibujó lo que era su identidad nacional.

También indicó que el peronismo “dejó de ser el partido laborista”. “El ciudadano que interpelaban, el descamisado, vota ahora a otro partido”, ya que la clase obrera, los sectores “más humildes” entendían “una lógica en la cual el peronismo te sacaba de ese lugar, pero ahora esa misma ciudadanía, encuentra responsable al peronismo, que lo puso en situación de pobreza”.

Ejemplificó que la persona que en los primeros años del kichnerismo ascendió socialmente “dejó de ser interpelado”.

Esto no explica automáticamente el ascenso de figuras nuevas como Javier Milei, en Ciudad de Buenos Aires, aclaró.

“Está sobredimensionado, porque hay que recordar que en la década del 80 y 90, la UCEDÉ tenía 11 diputados nacionales, así que no es raro un fenómeno de la derecha, resaltó.

Lo que sí fue “un fenómeno importante”-precisó- fueron las cuatro bancas de la izquierda con 1,5 millones de votos en todo el país.