Patagonia

El futuro de Vaca Muerta: nuevos equipos y avances en la perforación para 2025

La perforación en Vaca Muerta continúa evolucionando, con mejoras en los tiempos de operación gracias a más de una década de optimización por parte de las empresas. Para 2025-2026 se espera un aumento moderado en la cantidad de equipos, impulsado por una mejor performance de las compañías. Mariano de la Riestra, socio-gerente de TecnoPatagonia, destacó que el objetivo de alcanzar un millón de barriles diarios está cada vez más cerca, pero subrayó que además de perforar, se deben mejorar la infraestructura y la capacidad de despacho para lograr ese meta.    

  • 26/12/2024 • 14:31

Para 2025-2026 se espera un incremento en la cantidad de perforadores, aunque sin un auge significativo, gracias a la mejor performance de las empresas. Así lo analizó Mariano de la Riestra, socio-gerente de TecnoPatagonia, quien destacó la evolución de la perforación en Vaca Muerta, producto de una década de optimización de tiempos y recursos por parte de las compañías.

Según de la Riestra, alcanzar el objetivo de un millón de barriles de petróleo por día -tras los 460 mil barriles que Neuquén produjo en noviembre- es cada vez más alcanzable. Para ello, además de mejorar los tiempos de perforación, es clave la capacidad de despacho de hidrocarburos y la recuperación de confianza con clientes internacionales. "Si bien el mercado no es rápido, se lanzaron licitaciones importantes que impactarán durante 2025 y 2026, y llegarán más equipos, aunque sin movimientos bruscos", explicó.



El año 2024 cerrará con 35 equipos perforando en el shale de Neuquén, además de proyectos de exploración en Río Negro y Mendoza, que podrían expandir la frontera de Vaca Muerta. Este número aumentará a 37 equipos en 2025. A pesar de la estabilidad en la cantidad de perforadores, las empresas han logrado optimizar significativamente los tiempos de perforación por pozo, permitiendo realizar más perforaciones con la misma cantidad de equipos.

De la Riestra destacó el crecimiento de la rama horizontal, que pasó de 2,600 a más de 3,000 metros en 2024. “Esto permite realizar pozos más largos en menos tiempo, lo que resulta en más etapas de fractura por pozo”, explicó. Ejemplos como el de Tecpetrol, que redujo el tiempo de perforación en el yacimiento Fortín de Piedra de 40 a 20 días, y YPF con su incorporación del Toyota Well, ilustran cómo las empresas están optimizando sus procesos.

Además, se prevé que entre 370 y 400 nuevos pozos se sumen a la producción en 2024, con un incremento del 20% en 2025, lo que llevará la cifra a entre 460 y 480 pozos nuevos. La arena, insumo clave para el fracking, pasará de 4 millones de toneladas a entre 5,5 y 6 millones en 2025, lo que implica no solo la búsqueda de canteras cercanas y económicas, sino también la mejora de la infraestructura logística.

“Al millón de barriles podemos llegar, pero no es solo perforar y fracturar, también es necesario contar con capacidad de despacho”, señaló de la Riestra, destacando que la ampliación de las infraestructuras, como el sistema Oldelval y el Vaca Muerta Sur, es fundamental. Aunque la infraestructura ha sido históricamente un cuello de botella, comienza a mostrar señales de mejora, lo que se refleja en el aumento de las exportaciones.

Finalmente, de la Riestra destacó que, aunque Argentina tiene proyectos exitosos simultáneos, aún debe trabajar en recuperar la confianza global como proveedor de energía. Mencionó el ejemplo de Chile, que, tras el cese de envíos de petróleo en 2006, perdió seguridad en su mercado, pero el shale de Vaca Muerta y la reactivación de OTASA ayudaron a recuperar esa confianza.