Caleta Olivia

El Grupo Mirabella se quedó con los bienes de Barillari

El presidente de la compañía madrynense explicó los planes que tienen en vista con los activos adquiridos, entre ellos plantas de procesamiento, barcos y permisos de pesca. La compra incluye la planta expriada de Barillari en Caleta Olivia.

  • 18/07/2024 • 19:16

El pasado 2 de julio, el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 16 de C.A.B.A. admitió la conclusión de la quiebra formulada por la empresa Antonio Barillari S.A., permitiéndole recuperar sus bienes. Sobre finales de 2021, la compañía madrynense Mirabella compró el 76% de las acciones de la histórica y fallida pesquera de raíces marplatenses.

En la operación, que tomó estado público estos últimos días, la pesquera de calle Rawson se quedó con buques, licencias de pesca y tres establecimientos de procesamiento en Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia y Mar del Plata. No son los únicos bienes en el paquete, ya que hay un galpón en Mar del Plata; una hectárea en donde hoy funciona una empresa de camiones; un galpón en Caleta Córdova; un depósito en Lomas del Mirador y una oficina en Capital Federal.

Carli Rocca, presidente del Grupo Mirabella, contó que la idea nació hace dos años y medio atrás, cuando un allegado les consultó a él y sus socios si estaban interesados en adquirir la quiebra de Barillari. “Hicimos las averiguaciones pertinentes para ver en qué estado estaba, qué bienes había, qué se podía recuperar y qué no. Con los abogados decidimos avanzar con la compra; lo que hicimos fue comprar las acciones y hacernos cargo de pagar la quiebra”, señaló.

El empresario indicó que el proceso de acuerdos y pagos a los acreedores durante este lapso fue complejo. “Fue muy difícil porque muchos no querían saber nada; había pasado mucho tiempo y tenían bronca con el tema, por lo que se nos hizo muy difícil negociar. Sin embargo, pudimos pagar la totalidad de los créditos. Estuvimos al punto de que se rematen los bienes, lo agarramos justito”, reveló.

Rocca sostuvo que la finalidad de la compra era ampliar la flota del Grupo Mirabella, como así también analizar la posibilidad de empezar a trabajar merluza, un producto que hoy la compañía no está explotando. “La intención nuestra de comprar la quiebra fue más que nada por los activos que tenía Barillari, puntualmente los barcos”, resaltó.

 

“Una jugada importante”

Consultado sobre los activos que se incorporan, el titular de la firma madrynense detalló: “Es un barco completo más dos permisos irrestrictos de pesca que se desprenden del ‘Don Juan D´Ambra’ y el ‘San Juan I’, que también tienen cuota de merluza. No son permisos que están atados a planta, son nacionales. Tenemos que seguir avanzando para continuar recuperando otro tipos de bienes que hay, entre ellos más licencias de pesca en las que estamos trabajando. El buque que entró en el paquete es el ‘Santa Barbara’, un merlucero”.

“Aparte de los barcos y permisos, está la planta de Mar del Plata que hoy la está utilizando Asudepes, después está la de Comodoro Rivadavia que la está explotando Copparoni y luego el establecimiento de Caleta Olivia. Respecto a esa última planta, fue expropiada en su momento por la Provincia de Santa Cruz y ahora estamos negociando para que nos la paguen o nos la devuelvan. Nosotros, a su vez, la vamos a vender; hoy actualmente es explotada por Vepez de ‘El Gringo’ Jones”, agregó Carli Rocca.

En ese marco, adelantó que con la planta emplazada en el puerto de Comodoro analizan diferentes variantes. Una es venderla, otra es quedarse con el 100% y la “más fuerte” es la de conservar un 50% y asociarse con alguien para hacer merluza. “Nuestra idea sería hacer el fuerte de merluza allá y centralizar lo que es langostino en Madryn. Por otro lado, la planta en Mar del Plata la vamos a vender. Hay bienes como galpones, oficinas y otros inmuebles que vamos a vender”, afirmó.

A partir de esto, Mirabella va a contar con las dos plantas (Madryn y Comodoro) y una flota de 6 buques. Actualmente, sumando los trabajadores en planta y marinería está rondando los 500 empleados, y con estas incorporaciones llegaría casi a los 900. “Fue una jugada importante; toda la gente del sector marplatense se podría haber metido y no lo hizo. Nosotros, asesorándonos bien, tomamos el riesgo de hacerlo. Nos podía salir bien o mal, gracias a Dios nos salió bien”, destacó.