Marzo acumuló la segunda caída en la recaudación tributaria en Santa Cruz

La ASIP (Agencia Santacruceña de Ingresos Públicos) registró este marzo 2020 una recaudación de $1.046.448.399,79, la segunda caída consecutiva en la recaudación desde que comenzó el año. La recaudación del mes pasado, fue –sin embargo- superior en términos de variación interanual (+29,79%) pero muy lejos de otras subas registradas en meses anteriores.

En marzo, los Ingresos Brutos representaron el 93,42% del total de esos ingresos, siendo Sellos con el 6,4% el siguiente ítem de recaudación tributaria propia de la Provincia durante el mes de marzo del presente año.

Si se hace la comparación en pesos de los primeros tres meses del año, la recaudación viene en baja, al igual que en términos reales (si se mide con la inflación).

ENERO 2019: $849.994.890,48

ENERO 2020: $1.226.712.722.73 (44,32% +).

FEBRERO 2019: $807.435.813,55

FEBRERO 2020: $1.144.866.163,11 (41,79% +).

MARZO 2019: $806.541.626,77   

MARZO 2020: $1.046.448.399,79 (+29,79%).

Observando los datos de los tres primeros meses y comparándolos con los primeros tres del 2019, marzo fue el de peor crecimiento (+29,79%).

Este dato era previsible, ya que prácticamente la mitad del mes estuvo atado a la cuarentena decretada por el Gobierno nacional y ratificada por el provincial, por la pandemia de Coronavirus.

Incluso, hay quienes creen que los peores datos se van a conocer cuando llegue la recaudación tributaria de abril, impacto que caerá de lleno en el ítem Ingresos Brutos, impuesto que mide la actividad económica.

Qué pasa en el país- A nivel nacional, la situación es aún peor. El IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) dio a conocer que, continuando la caída real de la recaudación del primer bimestre, marzo volvió a mostrar el mismo comportamiento (se toma una inflación del 2,4% para el mes), con una caída del 8% interanual, la mayor en lo que va del año.

Así, el primer trimestre de 2020 computa una caída real de 6%, inferior a la del primer trimestre de 2019 (-8,4%) pero aun así entre las más bajas de los últimos 10 años.

A la hora de explicar la caída real se destacan las caídas de los impuestos internos y del IVA neto, por la magnitud de sus caídas, y teniendo en cuenta que son los principales impuestos ligados al consumo y la actividad.

Con la inflación considerada, las caídas en tales impuestos son del 15,9% y 13,7%, respectivamente. La recaudación del impuesto PAÍS se ubicó en el orden de los $6400 millones, redondeando un promedio mensual de algo menos de $6000 millones en el primer trimestre. Por su parte, Seguridad Social mostró en marzo, al igual que el mes pasado, una caída real en un escalón inferior que el nivel total de recaudación (-4,8%).

El IARAF explicó que las implicancias de la pandemia ya comenzaron a sentirse en el nivel de actividad y, por ende, también en la recaudación. En el principal impuesto al consumo, es decir el IVA, se pudo notar una aceleración respecto a la caída de febrero, por ejemplo. Para repetir la performance de aquel mes, en el que cayó un 7,9% en términos reales IVA neto debiera haber crecido en marzo un 35,4% nominal, y en realidad mostró una variación mucho menor, del 26,8%. La diferencia es de $9100 millones.  

Parte de la menor recaudación observada en marzo, principalmente la de IVA, se vio afectada por la falta de liquidez derivada del aislamiento obligatorio que se ha hecho para prevenir la propagación del contagio. Es decir que a nuestro criterio parte de lo no recaudado obedece a un aumento de deuda por parte de contribuyentes. Lo importante de cara a abril es que va a caer el devengado de los impuestos sobre la actividad porque van a incidir las menores ventas de marzo (en abril se paga saldo IVA de marzo) y a esto se le va a sumar el no pago (aún del menor devengado) por falta de liquidez de los contribuyentes. Habrá que estar atento a cómo evoluciona la recaudación durante el mes de abril.

La consultara analizó que, dada la coyuntura actual, sería esperable pensar que la administración resigne las metas fiscales que se había planteado. Descartada la recaudación extra esperada por la Ley de Solidaridad debido a la caída de la actividad, se han anunciado algunas medidas para contener la crisis y cuidar los puestos de trabajo, aunque podrían restar aún medidas tributarias más fuertes.