Sebastián Aberastain: "Llamarlo presentismo es para bajarle el precio"

Se trata de una iniciativa polémica, fuertemente rechazada por los gremios docentes ADOSAC y AMET, quienes lo comparan con el “ítem por presentismo” que Néstor Kirchner había impuesto cuando era gobernador y que, tras años de lucha sindical, fue derogado en Santa Cruz.

Uno de los puntos más cuestionados por los gremios es que el “presentismo” obliga a los docentes a concurrir a sus trabajos aunque estén enfermos, para no perder el adicional, que en el proyecto representa un 30% del salario. Sin embargo, en la entrevista, Aberastain rechazó esa interpretación: “Si el docente está enfermo y su ausencia está debidamente justificada, igual cobra el adicional”, aseguró a La Vanguardia Noticias.

El legislador también apuntó contra ADOSAC, acusando al gremio de llevar adelante una "militancia política" contra su propuesta y de no haberlo consultado al respecto. “Me preocupa que nadie, absolutamente nadie de la dirigencia de ADOSAC, me haya hecho ningún tipo de pregunta sobre el proyecto”, cuestionó. “Por eso el proyecto no es un decreto: ingresó a comisión y se invitará a todas las partes”.

Aberastain diferenció su iniciativa del “presentismo salvaje” que impuso Kirchner en su momento. Según explicó, aquel sistema era un “componente del salario” que penalizaba a los docentes por sus ausencias, mientras que su propuesta plantea un "adicional", es decir, un reconocimiento extra para quienes garanticen la continuidad pedagógica y estén presentes en las aulas. “Los docentes que decidan no participar en esta modalidad recibirían su sueldo completo, pero sin el adicional”, enfatizó. “No hay descuentos ni penalizaciones: es un incentivo, no una obligación”.

El diputado también acusó a ADOSAC de utilizar el término “presentismo” para desacreditar su propuesta. “Es una estrategia para bajarle el precio al proyecto”, sostuvo, y argumentó que su iniciativa apunta a “la construcción de un país normal”. “En Argentina no hay un sistema claro de premios y castigos para quienes trabajan en la administración pública”, afirmó. “Los privados nos lo plantean todo el tiempo: ‘¿Por qué el sector público puede decidir cuándo trabajar y cuándo no, sin pagar consecuencias?’”.

Para Aberastain, la falta de un esquema de incentivos genera inequidades. “Los que estamos en el sector público tenemos que dar el ejemplo y construir un sistema que premie al que se esfuerza y no al que socava el sistema o atenta contra lo que se espera del trabajo de cada uno”, aseguró.

En la misma línea, criticó la postura del gremio docente: “ADOSAC está en contra no solo de este proyecto, sino de todas las propuestas del gobierno. Lo ha demostrado con su intransigencia a lo largo de todas las negociaciones”. Y agregó: “Llamarlo presentismo es evitar debatir el espíritu del proyecto”.

El diputado insistió en que el proyecto busca “fomentar la continuidad pedagógica, fortalecer las trayectorias escolares, reducir los índices de ausentismo y cultivar la cultura del compromiso docente con la educación pública”. En ese sentido, reiteró que es fundamental establecer un sistema de incentivos: “El que garantice la continuidad pedagógica, el que esté en el aula, el que esté comprometido con su trabajo, tiene que tener un reconocimiento. ¿Es tan difícil de entender?”, se preguntó.

Sobre el rol del Consejo Provincial de Educación en la discusión, cuestionó la actitud de los gremios: “Nadie de ADOSAC, ni los docentes más radicalizados, se acercó a consultarme sobre el proyecto. Automáticamente lo etiquetaron y salieron a militar en contra”. Para el legislador, esto demuestra que la oposición al proyecto responde a razones políticas. “Este proyecto no tiene un fin político, tiene un fin ideológico: construir un país normal”.

Finalmente, aseguró que el proyecto está abierto a modificaciones: “El proyecto ingresó a comisión en la Cámara de Diputados, se trabajará en las comisiones pertinentes y se invitará a todas las partes que consideremos necesarias. Si alguien se siente excluido, también podrá participar”. Sin embargo, remarcó que las críticas actuales no abordan el contenido real de la propuesta. “Ayer veía la marcha, los carteles, los posteos… obviamente uno lo tiene en cuenta. Pero el proyecto es perfectible, si no, sería un decreto”, concluyó.

(Fuente La Vanguardia Noticias)