Pandemia

Gabriela Piovano: “Hay que valorar lo que no sucedió”

A tres años del inicio de la pandemia, el país realiza un análisis en retrospectiva de uno de los hechos sanitarios más trascendentales del país.

  • 06/03/2023 • 09:11

El 6 de enero del año 2020, se detectaba el primer caso de coronavirus en la Argentina. De esta forma, casi sin saberlo, el país entraba en una de las peores catástrofes sanitarias de su historia, la cual dejó tras de sí un aproximado de 150.000 muertes. La misma no sólo impactaría a nivel sanitario, sino también tendría sus consecuencias tanto en la economía, la política como así también en la sociedad.

Hoy en día, si bien el país carga con esa pérdida irrecuperable, las vidas de las personas que debieron permanecer varios meses encerradas volvieron a la normalidad.

En este marco, el programa de radio La Parada, el cual se emite por Tiempo FM 97.5, dialogó con la Dra. Gabriela Piovano, quien explicó que “en la Argentina es donde hubo muchas situaciones de zozobra pero que, si lo ponemos en perspectiva con lo que pasó en todo el mundo -como en Latinoamérica y en los grandes referentes como Estados Unidos o Brasil- dentro de lo que ha sido el impacto de 150.000 muertes, si no teníamos el manejo que se aplicó, hubiésemos tenido –mínimamente- 1.500.000 de muertes. Hay que valorar lo que no sucedió”.

“Si no nos hubiésemos encerrado, si no hubiéramos tenido todas las vacunas que tuvimos, si no se hubiese desarrollado tanto el sector público y privado para prestar atención a todas las personas, hubiese sido una verdadera catástrofe”, agregó.

Al referirse a la segunda ola de coronavirus que abatió al país –el cual aún se encontraba en proceso de recuperación de la primera- y a las críticas sobre el mal manejo de la misma, Piovano señaló que “nosotros tuvimos una segunda ola donde en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el señor Larreta fue a la Corte Suprema a pedir que pueda hacer lo que quiera. Ahí se prendieron varias provincias también y tuvimos la peor ola donde hubo gente joven que se murió, donde la gente no estaba vacunada de forma masiva, donde hubo colapsos y tuvimos que andar corriendo de acá para allá. Hay una cobertura mediática gigante, en donde aún hacen alarde de que dieron la escolaridad presencial y eso llevó a que muriera muchísima gente. Del grueso de esas 150.000 personas muertas, la mayoría se dio en la segunda ola y en los distritos que maneja mayoritariamente Juntos por el Cambio. Eso es la realidad, les guste o no les guste. Lamentablemente, la política se metió en todo esto y ellos no dan estos números para que la gente los vea”, sentenció la profesional de la salud.

“Hoy nosotros, en relación al mundo, estamos en una posición privilegiada. Estamos circulando libremente, nosotros todavía tenemos vacunas para todos", remarcó. Piovano hizo hincapié en la efectividad de las vacunas y cómo esto quedó evidenciado en la tercera ola de coronavirus y en la cuarta ola: “En ese momento, la ocupación de camas no superó el 35 % y ya en la cuarta ola, que se fue diluyendo a lo largo de este año, no llegamos ni al 10 % de ocupación de camas”, añadió al mismo tiempo que destacó que si bien la enfermedad sigue circulando, la misma ya no maneja el mismo índice de mortandad.

Al ser consultada por este medio acerca de los recientes casos de Gripe Aviar en distintos puntos del país, la profesional señaló que el mayor peligro radica en el contagio de las aves destinadas al consumo: “La gripe aviar es el virus de la gripe en una de sus variantes, que afecta con mayor afinidad a las aves silvestres y migratorias, donde en ellas, ya hay una situación de infección crónica y no fallecen, pero si se transmite esa gripe entre aves. El peligro mayor lo tenemos con las aves de corral, en donde existe la posibilidad de que esas aves que han migrado y que han enfermado a otras, también enfermen a estas que ya tienen consumo humano y exportación”, añadió.

Según explica la profesional, el riesgo humano al padecer gripe aviar es mucho menor al registrado por el coronavirus, ya que “solamente la transmite un ave enferma a otra persona que haya tenido contacto con el ave. No ha habido casos de consumo de aves que hayan transmitido la enfermedad a las personas”, concluyó.