Obesidad infantil

Primeros en Sudamérica

El 41% de los jóvenes en edad escolar tiene sobre peso en Argentina, ubicándola en lo alto del ranking sudamericano. Cambios en los patrones alimentarios, mercado de consumo y pobreza entre los factores que impactan de lleno en los números. Qué hábitos mejorar. “La obesidad es una pandemia”, aseguró el Lic. Sergio Farinelli, especialista en obesidad infantil.    

  • 21/08/2021 • 06:45
Lic. Sergio Farinelli
Lic. Sergio Farinelli

Catalogada por la OMS como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI, la obesidad infantil afecta a millones de niños en todo el mundo. No está relacionada únicamente con el comportamiento individual del niño, sino también con el desarrollo socioeconómico y las políticas en materia de agricultura, transportes, planificación urbana, medio ambiente, educación y procesamiento, distribución y comercialización de los alimentos. De esta manera, el problema requiere un abordaje multisectorial que movilice los recursos y conocimientos técnicos de todas las partes interesadas, públicas y privadas, a escala mundial, así como un compromiso político sostenido en el tiempo.

Según los últimos informes emitidos a nivel nacional, el 13,6% de los niños menores de 5 años tiene exceso de peso. En el caso de los niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años, la cifra crece al 41%. Los especialistas asocian el incremento en los niveles de obesidad a los cambios en los patrones alimentarios de la población cuya causa podría deberse al aumento en el consumo de bebidas azucaradas y alimentos procesados con alto contenido de grasas, sales y azúcar. Argentina tiene cifras alarmantes respecto al consumo de alimentos en niños, niñas y adolescentes: Casi 4 de cada 10 toma bebidas azucaradas a diario y más de 3 de cada 10 consume golosinas dos o más veces por semana. De la población total, solo 1 de cada 3 personas consume frutas y verduras al menos una vez por día, según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS). El sobrepeso y la obesidad es una tendencia que aumenta de forma sostenida en nuestro país.

En diálogo con Tiempo FM, el Lic. Sergio Farinelli, especialista en infancia, promotor de Vida Sana Activa y Saludable de la Infancia, remarcó que “lo que ha pasado a nivel mundo y Argentina hizo que el encierro colaborara en el crecimiento ya exponencial de la obesidad en general, pero la infantil es muy importante porque son las nuevas generaciones” y explicó: “Los jóvenes que nacieron en 2010 y hoy a los 10 años ya tienen enfermedades de adultos, eso es lo que tratamos de revertir, pero necesitamos de la tarea del Estado, de la familia, del colegio”.

Si bien los aumentos en los porcentajes están relacionados a los cambios en los hábitos de consumo, la inmediatez, el consumo de bebidas azucaradas, en nuestro país incide mucho los altos índices de pobreza. “En las familias de escasos recursos, esos chicos tienen mayores probabilidades de crecer obesos por su alimentación. Tienen más probabilidades por la carga de carbohidratos, escaso consumo de verduras, frutas y lácteos”.

Algunos países europeos han logrado bajar los índices y mantenerlos, donde el rol gubernamental ha sido fundamental. “Hay que generar leyes que se cumplan y necesitamos que las empresas alimenticias nos escuchen”, remarcó el profesional y explicó: “Los chicos reconocen una marca a los 6 meses, expuestos a la tecnología, esto es lo que consumen. Después van a la góndola y lo piden”. En este sentido amplió: “España, Suiza, Suecia, Italia están en un proceso de trabajo sobre la alimentación en colegios, pero la discusión está dada en el hogar. Se plantea que podemos formarlos a nivel colegio, trabajar sobre la buena alimentación desde edades tempranas, pero si no se corresponde con lo que sucede en la casa es muy difícil, por eso la obesidad es una pandemia”.

Cambiar hábitos

Entre las principales causas del sobrepeso y obesidad se encuentra un estilo de vida poco saludable, en el que se incluyen la elevada ingesta energética, de azúcar y grasas a través de productos ultraprocesados de bajo valor nutricional y el sedentarismo.

Estos estilos de vida se explican e interactúan con una serie de transformaciones económicas, sociales, demográficas y ambientales como los cambios en los modelos de producción de los alimentos, la alta disponibilidad y asequibilidad de productos ultraprocesados, las formas de comercialización y marketing, la insuficiente regulación de los entornos y los productos, entre otros aspectos.

En Santa Cruz, según la 3ª Encuesta Mundial de Salud Escolar, el grupo etario de 13 a 17 años presentó un 35,2% de sobrepeso y un 10,3 % de Obesidad. En el grupo de 13 a 15 años, la prevalencia de sobrepeso fue de 37,2% y la obesidad de 11,6% y en el grupo de 16 a 17 años, la prevalencia de sobrepeso fue de 31,9% y la obesidad de 8,2%. Los varones presentaron una mayor prevalencia en todos los grupos.

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo muy importantes para una serie de enfermedades como diabetes, cáncer, enfermedades del corazón y respiratorias, entre otras. A estas enfermedades se las conoce como Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) y causan el 70% por ciento de las muertes en el mundo.

La importancia de la prevención

La OMS sostiene que la prevención es la opción más viable para poner freno a la epidemia de obesidad infantil, dado que las prácticas terapéuticas actuales se destinan en gran medida a controlar el problema, más que a la curación.

 

A continuación, las recomendaciones generales para lograr un equilibrio calórico desde la infancia y mantenerlo durante toda la vida:

  • Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.

  • Reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por las insaturadas.

  • Reducir la ingesta de azúcares.

  • Ser constante con la actividad física: Para los niños y jóvenes, incluye juegos, deportes y ejercicios programados en el contexto de la familia, la escuela y las actividades comunitarias.