Venciendo barreras

La inclusión laboral en primera persona

Fernando, es un joven con discapacidad, tiene 26 años y hace seis que trabaja en YCRT. Habló sobre su vida personal y laboral. El orgullo por ser parte de la empresa emblema de Santa Cruz. Envió un mensaje para aquellos que no se animan a incorporar personas con discapacidad y a quienes esperan por la inclusión laboral. A él, el trabajo le sirvió para “dejar de ser el hijo protegido”.

  • 20/08/2018 • 13:11

Inclusión

En 2002 se sancionó, y al año siguiente se promulgó, la Ley 25.689, la cual en su artículo 8° expone que el Estado nacional -los tres poderes que lo constituyen, sus organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales, las empresas del Estado y las empresas privadas concesionarias de servicios públicos- está obligado a contratar a personas con discapacidad, significando estos no menos del 4% del total de su personal; y además establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente ocupados por ellos.

Aún queda mucho por trabajar en este sentido y de ello se ocupan diversos sectores de la sociedad. Y para quienes aún no dan lugar, o desde la otra vereda, donde se encuentran las personas con discapacidad y piensan en bajar los brazos, te contamos una historia de destacar y que puede traer esperanza a muchos.

Se trata de Fernando Javier Castillo -26 años-, quien es rioturbiense y hace seis años trabaja en el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio (YCRT). Él, contó acerca de su diagnóstico y luego cómo ingresó a la empresa, cuál es su labor, y que significó comenzar a trabajar. Además, envió un mensaje a quienes no cumplen con el 4% antes mencionado y a su vez a quienes esperan que la cumplan.

 

Saltando obstáculos hasta YCRT

 

Al nacer, el cordón umbilical lo tenía enrollado en su cuello, lo que le provocó complicaciones. Sufrió convulsiones y lo derivaron a la ciudad de Buenos Aires. El diagnóstico fue retraso madurativo, con pérdida de audición y visual. Afortunadamente, con mucha rehabilitación y constancia ha podido recuperar –en gran parte- ambos sentidos.

Pero eso no fue todo, ya que un virus intrahospitalario le afectó el fémur –hueso del muslo-, produciéndole un problema motriz en su pierna izquierda, la cual es más corta. Pero también con rehabilitación ha podido salir adelante.

Hace seis años que trabaja en la empresa. Entró en el sector de Mesa de Entrada y luego pidió el pase a Abastecimiento. Actualmente se encuentra prestando servicios en la Escuela de Capacitación "Museo Minero" , donde su función es preparar los presentes que se les entrega a los visitantes del mismo, como así también alistar todo para el recorrido. Pero Fernando quiere seguir creciendo y ahora está tomando los conocimientos adecuados para dar las charlas a quienes concurren.

 

El momento personal para crecer

 

Todo comenzó cuando desde la Escuela Especial a la que asistía inició un plan de pasantías para la inclusión laboral de los alumnos más grandes. “Entonces como no salía nunca la pasantía fui junto con mi mamá a hablar con –Pérez- Osuna que en ese momento era Interventor y me dijo que iba a ver qué podía hacer. A la semana la llaman a mí mamá diciéndole que me tenía que presentar el 1 de noviembre del 2011 a trabajar, y desde entonces estoy acá”, relató Fernando.

Seguidamente, indicó que al enterarse de la noticia “estaba muy feliz porque sentía que era el momento de empezar a crecer y dejar de ser el hijo protegido. Me hizo muy bien para mi maduración y realización personal”.

 

 “Era el momento de empezar a crecer y dejar de ser el hijo protegido”

 

Consultado acerca de qué siente al trabajar en una empresa tan emblemática para Santa Cruz, contestó: “Ser parte de YCRT se siente orgullo, ya que es la empresa madre de nuestras localidades y que significa tanto para el país por todo lo que podemos dar, generando energía”.

Por otra parte, destacó que la relación con sus compañeros en todas las áreas que ha estado “siempre ha sido excelente, he encontrado a personas de gran corazón, y otras no tanto, pero bue, es la vida”, añadiendo que la mayoría se tomó el trabajo de enseñarle y tener paciencia “para que yo me sienta a gusto con ellos y el trabajo”.

 

Tan capaces como los demás

 

Al momento de dar un mensaje para aquellos sectores que no incorporan personas con discapacidad, pidió que “no tengan miedo ni vergüenza de darnos la posibilidad de trabajar como uno más, ya que somos tan capaces como los demás, solo que con nuestros tiempos”.

 

“Que no sea de favor o por pena, sino un derecho”

 

Y a las que aún aguardan por un puesto de trabajo “solo decirles que no bajen los brazos, que somos muchos luchando para lograr cambios en este tema y posibilitar la verdadera inclusión laboral, que no sea de favor o por pena, sino un derecho como el de todas las personas ´normales´. Que siempre se aferren a su familia que son los que siempre van a estar en las buenas y más en las malas”, sentenció.

 

Formación educativa

A los tres años inició la integración entre la Escuela Especial N°9 Keo Ken con el Jardín de Infantes N°2 Fuerza Aérea. Luego hizo la primaria integrada con la Escuela para Adultos N°3 Campamento de Marina y en cuanto a la secundaria asistió al Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) N°6, pero aún no ha terminado y es una meta que tiene pendiente y quiere cumplir.

 

La vida fuera de YCRT

A Fernando le gusta hacer diversas actividades extras. Salió dos veces Campeón Nacional de Atletismo, participó de un programa radial con sus compañeros de la Escuela Especial y formó parte de todos los talleres artísticos musicales de la institución.

Actualmente es integrante de Amancay, grupo de baile folclórico y también es parte del grupo de canto de Asociación de Padres y Amigos del Discapacitado de Río Turbio (A.P.A.Di.R.T).