Discriminación

La colombiana

Jeniffer Díaz Tovio (27) espera hace tres años que le convaliden su título para ejercer en Río Gallegos su profesión de  Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deporte. Llegó de Colombia hace cuatro años y lucha contra la xenofobia y la cosificación.

  • 05/08/2018 • 09:28
Jeniffer junto a su madre el día que llegó a Río Gallegos.
Jeniffer junto a su madre el día que llegó a Río Gallegos.

Por José Antonio Villanueva

La burocracia administrativa produjo que  Jeniffer Díaz Tovio (27) no pueda ejercer en Argentina la Licenciatura en Educación  Física, Recreación y Deportes, gracias al título que obtuvo en la Universidad Córdoba, en Montería, Colombia.

Sí, Jeniffer es colombiana y espera desde hace tres años en Río Gallegos la convalidación de su título, cuya responsabilidad recae en el Ministerio de Educación de la Nación.(Originalmente el trámite demoraba 14 meses).

Sí, Jeniffer tuvo diversos trabajos: desde niñera, hasta instructora en gimnasios, hasta llegar actualmente a ser vendedora de una tarjeta de un supermercado local.

Y sí, Jeniffer lidia con el prejuicio de ser mujer, colombiana, joven, atractiva y la (lamentable casi obvia) xenofobia. 

Forma parte de muchos migrantes que a pesar de haberse capacitado, no pueden trabajar en Argentina.

Pareciera que Jeniffer proviniera de otro planeta. Planeta Rica es la ciudad en donde nació y se crió, que queda a más de 9000 kilómetros de Río Gallegos y a 700 kilómetros de Bogotá.

Llegó hace cuatro años a la capital santacruceña, por dos motivos: por su familia, ya que su madre, padre y hermana  viven acá desde 2010; y porque esperaba tener un mejor nivel de vida ya que en el país de Gabriel García Márquez existe mucha oferta pero poca demanda para su profesión. En Colombia, la universidad no es pública y para finalizar sus estudios –que lo hizo el 14 de julio de 2014- debió pagar semestralmente cerca de 250.000 pesos colombianos, poco más de 2500 pesos argentinos. (En su país, el salario promedio es de 850.000 pesos colombianos).

El cambio fue como partir de la A para llegar a la Z. Planeta Rica es conocida como “La Ciudad Bella y Cordial”, y en esta época del año la temperatura alcanza los 39 grados. Río Gallegos era conocida como la “ciudad cordial”, con  temperaturas que actualmente son de 8 grados bajo cero. Jeniffer comprobó que  solo esta última característica se cumplía.

 

-TS: No debe ser fácil ser colombiana en Río Gallegos. ¿Qué fue lo peor que te dijeron?

J:Siempre me dicen que venimos a quitarle el trabajo, pero no es así, porque al trabajo hay que cuidarlo. Yo voy a  trabajar enferma a veces. Sé lo que es la necesidad y acá la he visto, pero no tanto. Hay que cuidar el trabajo porque a mí si me dan la oportunidad, lo agradezco y no falto nunca. “Te estamos matando el hambre”, también me han dicho. Pero yo no cobro subsidio de nada. Pero algo que no se me olvida nunca fue cuando me dijeron “ustedes son droga y café”. Le dije que cuando vaya a mi país me pedirá disculpas y se dará cuenta que la gente no es así, que no te secuestran en Colombia y que no hay droga regada en las calles. He visto más consumo de droga acá que en mí país. Supuestamente nosotros exportamos la porquería que se consume. Yo no fumo, no tomo, no soy prostituta tampoco y soy de Colombia.

Me llama la atención cómo muchos cultivan marihuana y se sacan selfies. Me dicen que Escobar era un capo. Pero, ¿capo de qué? Le dio casa los pobres, sí, pero mató mucha gente inocente. La gente eso pareciera que no lo sabe y se guía por las series que ve.

 

-Aclaraste que no sos prostituta…

Los hombres nos ven como objeto sexual.  Me han dicho “negra de mierda”. Antes lloraba, ahora me da risa y me defiendo, y les digo que vaya a mi país y después hablen. Pero también es por la televisión, que muestra lo que quiere. No he visto un documental que muestre las bellezas de Colombia. Lo único que preguntan es por Pablo Escobar. Pero Colombia tiene el Nobel de la Paz, a García Márquez, Falcao, Shakira, futbolistas que están en River y Boca. Somos más que eso que se dice. Yo vine con la ilusión de hacer amigos, porque soy muy sociable.

 

-¿Te han ofrecido dinero por sexo?

No, a mi hermana sí. 

 

-Y ser muy sociable provocó que los hombres se “confundan” o directamente te acosen…

Si, exactamente. Trato de no ser grosera, pero soy cortante.

 

-Antes de comenzar la nota, me dijiste que notás que en Río Gallegos la gente parece estar enojada.

Sí. Ahora más que antes. Veo las quejas y el enojo por los municipales, la quema de cubiertas. No sabía que era así. En Colombia jugamos y hablábamos como los argentinos diciendo “Che”, porque el argentino tiene fama de agrandado. Pero acá lloré mucho y he tenido problemas más  con las mujeres, que con los hombres. 

¿Por qué?

Quizás porque llamo la atención al ser  colombiana y por mi físico, es como que  eso molesta. Me han preguntado si me gusta, he contestado, y me han dicho que si no me gusta me vaya a mi país. Entonces no entiendo para que me preguntan. No estoy acá porque me guste, sino para tener una mejor calidad de vida, y es por eso que venimos los migrantes, y no porque en mi país haya sicarios en las calles.

 

-¿Te reunís con colombianos?

No.

 

-¿Por qué?

Me gusta estar sola. En Colombia vivía rodeada de amigos.

 

-Te convertiste en lo que no te gusta de Río Gallegos.

Si, exactamente.

 

-Juntás dinero para volver a tu país.

Sí. Quiero volver a mi país, pero no como vine, sino mejor.