Gran travesía

Corrió por la Ruta 40 para unir Jujuy con Santa Cruz

Martín Rospide llegó a Cabo Vírgenes, Santa Cruz, el kilómetro 0 donde empieza la Ruta 40, la cual recorrió en 136 días.

  • 19/01/2020 • 09:27
El deportista en la ruta.
El deportista en la ruta.

Enfrentar vientos de 100 kilómetros por hora, sentir la presión de estar a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, sufrir frío extremo por las noches, enfermarse y lesionarse.

Éstas son algunas de las pruebas más difíciles que tuvo que enfrentar Martín Rospide durante los 136 días que duró su hazaña: Correr 5093 kilómetros desde La Quiaca, Jujuy, a Cabo Vírgenes, Santa Cruz, a lo largo de la Ruta 40. El martes 14 llegó a su destino.

Empezó a jugar al rugby a los siete años y llegó a ser uno de los pilares en la primera del San Isidro Club (SIC), donde estuvo hasta que se retiró a los 32 años. Para seguir entrenando, se dedicó a correr y participó en distintas maratones. Correr le gustaba tanto que comenzó a incursionar en aventuras de montaña.

Un día se enteró de la hazaña de Rodolfo Rossi, un maratonista, que en 2015 recorrió la Ruta 40 de norte a sur en 113 días y en 2018 publicó un libro sobre su aventura -Corre 40, de editorial Atlántida-.

"Lo conocí por medio de un amigo. Yo ya venía pensando en hacer un viaje así y sabía que él lo había hecho, ya había leído su libro y había seguido su viaje a través de las noticias y las redes. Así que quise juntarme con él para saber si yo podría llegar a hacerlo, para tener una referencia. Fue muy generoso, me compartió su experiencia", cuenta.

(28 Amigos lo acompañaron en el desafío).

LA TRAVESÍA

Rospide salió el 1º de septiembre pasado de La Quiaca y corroboró que uno de los consejos que le había dado Rossi era verdadero: Correr en altura es difícil porque cuesta más respirar, el ritmo cardíaco se acelera y hay más riesgo de deshidratarse.

A la mitad del viaje pensó en abandonar. "Con todas las ganas que tenía de volver a la comodidad de mi casa, descansar, tomar mi café, pero me vi abandonando y dije: 'No, yo no quiero eso. Y saqué fuerzas'", relata.

Durante la travesía, lo acompañaron 28 amigos que se fueron rotando. Cuando les contó a ellos sobre la idea de hacer la travesía, le dijeron que estaba loco.

En una nota que publicó el Diario La Nación, el deportista cuenta que todo salió como lo había planeado, a pesar de algunas complicaciones que surgieron en el camino. "La ruta no está muy bien trazada en todos sus tramos. Me encontré con trazados viejos en los que la ruta pasa por otro lado y me desviaba un poco. Me fui acomodando y lo terminé", completa.

Ahora va a pasar cuatro días en Ushuaia con sus amigos. Tiene pensado hacer otro viaje, pero no tan grande como éste. Sabe que volver a la rutina va a ser difícil y es algo que ya le había dicho Rossi. Pero tiene ganas de regresar a su casa y ver a su familia. "Mis hermanos me contaron que mi mamá me prendía una vela todos los días", confiesa antes de colgar el teléfono desde Río Gallegos (Fuente: Diario La Nación)