Viedma proyecta la creación de una reserva natural para preservar la colonia de loros barranqueros

Compuesta por unos 74.000 ejemplares adultos con sus crías, los expertos sostienen que la costa atlántica de la Patagonia aloja la colonia más grande de loros y cacatúas del planeta.
En la actualidad, la colonia de aves ubicada en El Cóndor, a unos 30 kilómetros de Viedma, tiene unos 37.000 nidos y se extiende a lo largo de 18 kilómetros.

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Sobre la iniciativa de reserva natural, el intendente de Viedma, Pedro Pesatti, explicó que "luego de un largo proceso, principalmente político, académico y científico, hemos llegado a este proyecto que busca proteger no solo a la colonia de loros, sino promover la conservación de la biodiversidad regional".
"De esta forma dando un claro y contundente mensaje, Viedma asume las riendas de las políticas públicas ambientales, la gestión de los residuos, el cuidado del rio, la preservación del ambiente y la protección de la flora y la fauna rionegrina", aseguró el mandatario municipal.
Según explicó Pesatti, para trabajar esta iniciativa la comuna viedmense tomó contacto y recibió el asesoramiento del doctor en biología Juan Masello, investigador del Instituto Max Planck de Alemania y máximo referente en el estudio de los loros barranqueros.
"En noviembre de 2021 nos reunimos y manifestó la necesidad de crear un área de protección de la especie", indicó el intendente local.
En este sentido, Viedma cuenta con el antecedente de una iniciativa en la Legislatura de Río Negro en el año 2009 que buscaba crear el Área Natural Protegida Isla Villarino - Barranca Sur, para proteger el estuario del río Negro en la desembocadura, y el primer tramo de acantilados de la zona costera.
Paralelamente desde la comuna viedmense se iniciaron acciones frente al cambio climático tendientes a mitigar los efectos sobre el monte nativo y la colonia de loros.
"Hace dos años iniciamos el proyecto Senderos del Monte, con la apertura del Centro de Valoración del Monte rionegrino en el Balneario El Condor", precisó Pesatti.
"Catorce años después se retoma esta iniciativa para trabajar específicamente sobre la zona de acantilados, sin acciones meramente restrictivas, sino con objetivos de regulación de actividad en el marco del Turismo Sostenible, la protección de la avifauna y la flora nativa, así como la promoción de la actividad científica y académica", completó.